domingo, 31 de diciembre de 2023

"AGUA Y PLÁSTICO" (IDEAL, 31-12-23)

Agua y plástico Manuel Molina Hace poco mantuve una conversación con una profesora sobre el cierre de una balsa de riego en un paraje natural. Un agricultor con posibles había plantado olivar quitando el tradicional y necesitaba agua para regarlo. No se le ocurrió otra solución que tomar una captación justo en la cabecera de una sierra, en uno de los arroyos que acogían de manera intermitente el caudal de esa montaña. Le manifesté que no me parecía bien que se llevasen a cabo ese tipo de actuaciones, cambiando un cultivo de secano en regadío con producciones no tradicionales muy agresivas contra el medio ambiente. Me recriminó que era funcionario y hablaba sin conocimiento de causa, que la gente del campo lo estaba pasando muy mal y que se tendrían que ir si no dejábamos que dispusieran del agua con libertad. Para alguien que se ha criado en el campo y ha trabajado en el olivar no era tema desconocido, pero bueno simplemente le puse el ejemplo de Doñana y le recordé como profesora que debía conocer el ciclo del agua, el arroyo lleva a un río pequeño, este a otro mediano y este a otro más grande para llegar al mar. Si cortas en un lado, falta en otro. No hay nada más que ver la cantidad de pozos ilegales y las fuentes sin caudal para entender algo. El agua es fuente de vida y sustento de ecosistemas, un recurso vital cuya preservación resulta crucial para el futuro de nuestro planeta. Como dijo el admirado sabio Jacques Cousteau, "el agua y el aire, los dos fluidos esenciales para la vida, se convierten en contaminados por nuestras actividades". Esta afirmación resalta la responsabilidad que recae sobre nosotros en cuanto a la conservación del agua. Resultan muy premonitorias las palabras de Margaret Atwood, fruto de las estadísticas: "en el futuro cercano, los sistemas de agua potable serán objeto de disputa, tal como lo son hoy el petróleo y el gas natural. La importancia del agua en el futuro del planeta es innegable. Las palabras de Leonardo da Vinci ya aportaban claridad: "el agua es la fuerza motriz de toda la naturaleza". Nuestra responsabilidad radica en proteger y preservar este recurso esencial para las generaciones venideras y para la salud misma de nuestro hogar, la Tierra. Sin embargo, el problema del agua se ve acuciado en el campo por la cantidad que basura que encuentro a mi paso. Me educaron en que cuando acudes a este no debes dejar nada de lo que has llevado. Caló. Intento que mi paso sea lo más invisible posible, como si anduviese por un territorio sagrado. Ahora bien, cualquier paseo en bicicleta por carreteras y vías secundarias de montaña se convierte en un lamentable espectáculo de basura en cunetas, bordes y arroyaderos. Latas, botes, botellas y plásticos variados ocupan como profanaciones los espacios donde debiera solo primar la tierra y la vegetación. Parece que competimos en probar si la bestialidad humana es mayor que lo natural.

martes, 26 de diciembre de 2023

"UN POQUITO DE CALMA" (Ideal, 24-12-23)

Un poquito de calma Manuel Molina Vivimos alterados, como si se tratase de una forma de ser, de entender la vida y practicarla. Un perpetuo enfado nos acompaña en la cotidianeidad. Las cuestiones políticas ocupan la mayor parte en la desafección al otro, con anterioridad ejercida contra desconocidos, pero desde que existen las redes sociales incluso se ha multiplicado hacia familiares, allegados y amistades. Observo la crispación que en apariencia gobierna los días de la mayor parte de conocidos. Que si España se rompe, que si ETA, que si “Perro” Sánchez, los insaciables indepes, el amigo español de Milei y un etcétera recurrente para entrar en discordia, ese símbolo del primer concurso de belleza de la historia, que pilló por medio al pobre Paris. La gente vive cabreada, al menos es lo que manifiestan. Incluso si no te interesa ese hervor continuado te salpica. Vas por la acera tan tranquilo y siempre habrá alguien que te recrimine que vas por un lado de la acera o que circulas a esa hora por allí o qué sé yo. Vivimos unos días en los cuales se nos saluda (y correspondemos) con un “Felices fiestas” o “Feliz Navidad”, que conllevan implícito un deseo de paz e incluso si tiramos la casa por la ventana de los deseos, de amor; en su más amplia expresión. Si nos detuviésemos un instante a valorar esa desiderata tal vez nos serviría para considerar que no vivimos, en general, muy mal. A la mayoría, por suerte, nos cobija un techo, comemos varias veces al día, un porcentaje de seres queridos nos acompaña, solemos salir a la calle y volvemos sin que nos ocurra por probabilidad nada malo. Pero no nos parece suficiente. Recurro a un ejemplo que se me quedó grabado hace tiempo en una película de Leonardo di Caprio. Como gran propietario del sur estadounidense del XIX ofrece a uno de sus esclavos favoritos la oportunidad de elegir un caballo de su mejor cuadra y este le contesta que no quiere ese caballo, que en realidad lo que desea es que los demás esclavos no lo tengan. Puede que por ahí encontremos respuesta a lo que nos ocurre. Vivimos y se nos olvida el concepto básico. Una gran parte de este planeta malvive y no le queda incluso ni el derecho a decirlo, sin embargo, quienes disfrutamos de lo más esencial nos enzarzamos en cuestiones que pertenecen más a lo abstracto que al transcurso de los días. No es consuelo, pero debiera hacernos pensar que tanta inquina retorcida no puede atraer lo bueno. Leo en El año del búfalo de Javier Pérez Andújar, siempre maravillando, que los españoles somos más de chiste de que de opinión y tal vez sea cierto. Por eso, cuando abandonamos lo primero nos cuesta navegar en lo segundo y acabamos arribando hacia el insulto de lo que consideramos contrario. El optimismo es palabra que proviene de Optimus, que significa “bueno”. Les deseo un poco de esa bondad porque lo contrario llegará solo.

domingo, 17 de diciembre de 2023

"Bibliotecas públicas, sí, por favor," (Ideal, 16-12-23)

Bibliotecas públicas, sí, por favor Manuel Molina Hace unos días leí en un apócrifo que me llegó a través de las redes sociales en el cual se aseveraba que “las bibliotecas no son solo un lugar donde obtener libros gratis. Son uno de los pocos espacios públicos que quedan en nuestra sociedad en los que se permite existir sin la expectativa de gastar dinero”. Toda una verdadera declaración de principios, sobre la defensa de que el conocimiento y las mejoras tecnológicas nunca deben olvidar a los más desfavorecidos. Y además, por supuesto, no todo debe pasar el tamiz del consumismo desaforado en el que vivimos, en el cual parece que todo tenga un precio, con independencia de su valor. Leí la reflexión justo después de adquirir en préstamo dos ejemplares para su lectura y consulta. Llevo realizando esa operación casi cincuenta años, desde que me hiciera con un carné de la biblioteca pública municipal de mi pueblo. Contaba con nueve años y me convertí en voraz lector de tebeos, cómic y libros ilustrados de Julio Verne. Qué maravilla conocer un mundo tan infinito respecto al limitado que ocupábamos. Una lectura llevó a otra y me convirtió con esa querencia en un lector adulto. No me entendería en mi paso por la tierra sin los libros y menos sin la ayuda que prestó para ello una biblioteca que ofrecía maravillosas y originales lecturas sin tener que pagar. Cuando accedo al mostrador desde donde me atienden puedo otear una pecera donde unos pequeños ruedan por el suelo sobre una especie de goma espuma con unos libros en sus manos y un par de madres, que también tumbadas, leen con ellos. Al lado, se prepara algo parecido a un escenario para un cuentacuentos que se llevará a cabo con motivo de la Navidad. Un hombre con apariencia de inmigrante realiza alguna operación a través de un ordenador, con unos cascos de audio que le permiten privacidad. Varias personas adultas leen la prensa y alguno de ellos en un libro electrónico. Todos calentitos. Hago cola tras una familia que viene a devolver unos libros y llevarse otros cuentos infantiles junto a una película en DVD. Mientras llega mi turno, observo al fondo estudiantes que alternan su mirada entre apuntes sobre folios de papel subrayados con variados colores fluorescentes y la pantalla de un ordenador portátil. Los hay como ascéticos, con la mirada en un mundo ajeno y otros nerviosos e inquietos repitiendo como mantras y alzando los ojos y la cabeza en un gesto de repetición para activar la memoria. Desde mi casa tengo la opción de solicitar en préstamo un libro digital y consultar la prensa diaria con una aplicación gratuita llamada ebiblio, que la biblioteca facilita. Debido a mi trabajo de investigación solicito una serie de libros que se encuentran en lugares alejados e incluso fuera del mercado y desde mi biblioteca habitual me los consiguen para poder utilizarlos durante un tiempo. Cuánta suerte de tener un servicio público así. Larga vida.

lunes, 11 de diciembre de 2023

"CORRE, FORREST, CORRE" (Ideal, 10-12-23)

Corre, Forrest, corre Manuel Molina Desde el comienzo de la película Forrest Gump, siempre se ve a este corriendo para poder huir. Encontró esa faceta para aliviar su dolor, tanto que se convirtió en un mantra sanador a través de las palabras de su Jenny: corre, Forrest, corre. Y no dejó de hacerlo, en principio para salvar el pellejo de los matones, pero luego sintió una irresistible llamada que le mantuvo recorriendo los EE.UU de esta a oeste y viceversa. Un día decide parar después de que le siguiera una pléyade incondicional, que consideraba una inspiración cercana a lo divino la actitud del corredor que no paró en tres años, dos meses, catorce días y dieciséis horas. De repente, como vino el impulso, se fue y decidió volver a su casa. Los seguidores le preguntan qué harán, se encuentran perdidos. La realidad supera la ficción y existe un enorme reguero de personas que al borde del sur del Gran Cañón, donde se rodaron parte de las escenas, acude a correr. La Maratón de Valencia se llevó a cabo el fin de semana. Se queda mucha gente fuera sin obtener dorsal, a la misma vez que se quedó mucha sin avanzar hasta la meta en el tiempo mínimo estipulado. Se han planteado para la próxima edición elevar la exigencia de ese mínimo generoso para poder correrla, parece que existe un perfil que camina más que corre, pero que presume de haberla finalizado exhibiendo su dorsal como una cabeza de animal salvaje en una pared. Estoy disfrutando la lectura de un libro (El movimiento del cuerpo a través del espacio, de Lionel Shriver –autora de Algo pasa con Kevin-) que trata entre otros asuntos sobre esas personas que cercanos a la jubilación o sin haber hecho nunca deporte deciden correr, pero no de una manera cualquiera, sino con el propósito de finalizar una maratón. Se compran unas buenas zapatillas, salen a la calle con un programa de entrenamiento descargado de internet y encuentran un grupo que como ellos corre a diario. No sabemos bien cómo repercutirá en la especia esta determinación porque tan solo lleva unas décadas en funcionamiento. En mi pueblo, cuando era más joven tan solo corrían así dos frikis. Lo interesante desde el punto de vista sociológico radica en la proliferación de entrenadores personales y clínicas de fisioterapia a la par que “runners”, porque no son corredores, recuérdenlo. Aunque existe otro momento mágico y epifánico por encima, el momento en que ese maratoniano ve la luz y decide correr un triatlón. Cuarenta y dos kilómetros y pico es para cobardes. Y así un día aparece en el garaje o en el trastero una bici de titanio de más de seis mil pavos. La familia, aficiones, costumbres, quedan relegadas y existe un único mantra: entrenar. El trabajo suele mantenerse, porque es lo único que prrovoca comprarse otra bicicleta más cara o ir a una prueba cada vez más lejana. Tan solo escuchan en su interior una voz que les insiste, corre, Forrest, corre.

domingo, 3 de diciembre de 2023

PRIEGÚO BÁSICO

Ya en la calle una obra que me ha acompañado durante años, que ha costado "averiguar", pero se ha quedado bastante "apañá". Espeo que quienes la lean disfruten como lo he hecho viéndola crecer y valoren la riqueza que es nuestra peculiar forma de hablar.

domingo, 26 de noviembre de 2023

EMILIO GUTIÉRREZ CABA (Ideal 26-11-23)

Emilio Gutiérrez Caba Manuel Molina Va llegando al final la vigésimo novena edición de la Muestra de Teatro de Otoño de Úbeda y se ha podido disfrutar de primeras figuras de la escena como Ana Belén, Jesús Noguero, Emma Ozores, María Luisa Merlo, Carlos Sobera, Cristina Castaño, Toni Acosta u Omar Ayuso, directores teatrales como Juan Carlos Rubio, los ubetenses Pedro Miguel Martínez o Nati Villar, la directora de la Escuela Municipal de Teatro. Entre tales se ha programado una función, “Decíamos ayer, decimos hoy”, sobre una figura de la magnitud y relevancia como es Fray Luis de León -que por cierto, parece que nunca pronunciara esa reconocida frase porque no aparece hasta dos siglos después-; pero de una deslumbrante vigencia atemporal fruto de su paso por la cárcel tras ser crítico con su propia orden y ser acusado de unas traducciones prohibidas. Enjundiosa nos resulta la sentencia: “advertido que de aquí adelante mire cómo y adonde trata cosas y materias de la cualidad y peligro que las que deste proceso resultan y tenga en ellas mucha moderación y prudencia”. Pero no solo es el fraile conquense quien nos ocupa, sino quien le ha dado voz: Emilio Gutiérrez Caba. Ha sido reconocido en Úbeda con el décimo sexto galardón Antero Guardia de la Muestra ubetense por su trayectoria en cine, teatro y televisión; en reconocimiento a su dilatada y exitosa carrera profesional, así como su aportación a la sociedad. Con varias obras ya visitó La loma y deslumbró (“Después del ensayo”, “Copenhague” o “Galdós enamorado”). No podemos menos que asegurar que es un reconocimiento de justicia para alguien que ha ocupado un espacio tan grande en la historia de la interpretación española, no solo por la saga a la que pertenece de manera continuada desde el siglo XVIII, sino por su bonhomía machadiana. Doy fe de ello en los distintos momentos que por suerte hemos compartido a lo largo de su vida, de donde siempre guardo algún grato recuerdo. Tuve la suerte de que fuese premiado en el periodo que dirigí el Festival Internacional de Teatro de Cazorla y siempre me vuelve su imagen recogiendo la Tragantía acreditadora del reconocimiento. Ese día viví junto a él varios episodios que demuestran su grandeza no solo artística, sino humana. Se une el nombre de Gutiérrez Caba a Loles León, Lluís Homar, Imanol Arias, José Sacristán –otro muy grande-, Yllana (que este año volvió con el clásico 666), La Zaranda, Concha Velasco, 'El Brujo' o Ricardo Iniesta, entre otros. He disfrutado mucho con Emilio, donde quiera que he podido asistir a verlo actuar y nunca me ha defraudado, siempre se entrega a gran altura, parece que no tuviera nunca altibajos interpretativos, aunque cada función sea distinta de cualquier otra. Tal vez ahí radique algo que lo distingue para convertirlo en uno de los más grandes actores de la interpretación en España. La resistencia a la contrariedad le une a Fray Luis, como si cada nueva aparición en el escenario fuese un nuevo y afortunado “decíamos ayer”.

lunes, 13 de noviembre de 2023

"HUÉRFANOS POLÍTICOS" (Ideal 12-11-23)

Huérfanos políticos II Manuel Molina Vaya semanita nos ha tocado presenciar con esas imágenes inauditas del cayetanismo echado a la calle como los perroflautas (que dirían ellos) a los que tanto criticaban, todo sea por “putodefender España”, pero no todo ha sido tan ligero, el monstruo ultra ha dejado la caverna y ha aparecido con banderas preconstitucionales para defender la Constitución. Les han dicho que a las barricadas y han cumplido como era de esperar. Existen mechas muy fáciles de prender con un poquito de demagogia entreverado con ganas de fiesta y si encima se ofrece una razón que cabrea a media España o más se puede alcanzar un voluntarioso grupo dispuesto a liarla parda. La España machadiana en su definición que embiste generación tras generación. Y por otro lado, asistimos expectantes y muy decepcionados a la denigrante bajada de pantalones ante la peor burguesía española, la catalana. Aquella que hizo caja con los esclavos en el siglo XIX y que siempre se muestra de perfil, nunca saciada en sus peticiones supremacistas, liante y amoral, insolidaria, cobarde, dispuesta a huir en un maletero de coche si las cosas le salen mal, pero siempre beneficiada de un sistema electoral hecho a medida para que pudiesen ser la bisagra del resto del país. Las vergüenzas pudorosas ya se las bajaron en gobiernos anteriores tanto el desmemoriado Aznar como el jarrón chino González y de aquellos polvos estos lodos. Desde Andalucía no se pude menos que asistir a toda la prebenda de pacto para investir presidente a Sánchez que avergonzados, sin tener que estar apedreando sedes del PSOE. Con un millón más de votantes que Cataluña en nuestra comunidad autónoma no tenemos nunca ningún poder de decisión gobierno tras gobierno. Desde Andalucía aportamos cifras clave para obtener mayorías absolutas, incluso gobiernos que pactan con otras minorías decisivas –tal es el caso- y nadie nos considera pieza clave. Simplemente sumamos. Asistimos ahora como convidados de piedra al beneplácito de la insolidaria lluvia de millones que gestionará la comunidad de Cataluña, con sus transferencias, su bendecido prófugo y sus condonados revolucionarios. No hacían falta alforjas para tal viaje. No sé quién nos redimirá a quienes sufrimos su ira, sus insultos y desprecios por defender un estado de derecho que no les pertenece y que pretenden apropiarse con su maquiavelismo de salón, porque ellos lo valen, porque el resto somos “us parásitos”. No creo que merezca una presidencia de gobierno tanto oprobio Y aquí nos hemos quedado quienes no comulgamos con esa infamia, aunque hayamos estado cerca ideológicamente, mirando cómo la extrema derecha crece y los indepes catalanes se convierten en los lobos que cuidarán el rebaño. Miramos hacia un lado y hacia otro y no nos representan ni los unos ni los otros. Nos hemos quedado tristemente huérfanos de representación política. No reanima pensar que dentro de cuatro años, si se llega, habrá oportunidad de intentar cambiar lo que haya ocurrido. Nunca creí ver lo que estoy viendo, como diría Alberti, ahora soy dos veces tonto.

lunes, 30 de octubre de 2023

"LA REVOLUCIÓN DE LEER Y PASEAR" (Ideal, 29-10-23)

La revolución de leer y pasear Manuel Molina La cultura desempeña un papel fundamental en la sociedad actual, ya que enriquece nuestras vidas, nos conecta con nuestra historia y con quienes nos rodean e incluso moldea nuestra identidad colectiva generalmente para bien, aunque el mal, que nunca descansa, también hace sus apariciones. El renombrado antropólogo Franz Boas nos dejó un planteamiento para considerar: "la cultura es para el ser humano lo que es el agua para el pez". Esta metáfora destaca nuestra inmersión constante en el entorno cultural, que influye en nuestras creencias, valores, comportamientos y perspectivas. Asisto con interés a un encuentro con el comprometido editor Joaquín Recio y el escritor Isaac Rosa que hablan sobre revolución y literatura en la sociedad actual. Pese a que se planteara, por ejemplo, que la saturación de distopías nos incita a pensar que no hay un futuro mejorable, he logrado salir del evento con optimismo después de escuchar que en las peores catástrofes surge lo mejor del ser humano. Se apuntaron evidencias como las recogidas por la escritora americana Rebecca Solnit en EE.UU, donde sin embargo, lo noticiable era la bajeza humana, mínima en proporción a la actitud solidaria de la mayoría. Para el pesimista Voltaire el optimismo era la locura de insistir en que todo está bien cuando en realidad estamos sufriendo. Sería difícil levantarse de la cama para ir al trabajo con ese mantra, lo mismo que en el otro extremo los crecepelos modernos, los libros de autoayuda, incitan para quedarnos también en la cama después de pegar un salto con la propuesta de que nos espera un día irrepetible, lleno de posibilidades y alegría, mientras la opción de la otra parte del cerebro echa mano de Chiquito de la Calzada: “no puedo, no puedo”. La literatura intenta, en teoría, hacernos seres más informados y esa circunstancia se puede conseguir o no dependiendo de las opciones que tomenos a la hora de elegir nuestras lecturas, salvo que nos dediquemos a seguir la consigna neocapitalista de escribir lo que me ha pasado, como a tantas personas. Podemos elegir literatura fácil -servidor iba al quiosco ambulante en sus inicios lectores a cambiar novela de Marcial Lafuente Estefanía- o ahondar en un poquito de inquietud y aprendizaje. De una buena novela histórica o una negra se puede aprender mucho de nuestro presente. Y pienso qué sería revolucionario, que mejorase el mundo a través de la literatura y encuentro mucha dificultad para alcanzar una propuesta. No se trataría de títulos, ni géneros, ni tan siquiera autores. En un mundo dominado por las máquinas rectangulares luminosas, la televisión anestésica y la trivialidad me planteo poder hacer algo que tenga la novedad suficiente, que tenga en cuenta algo bueno para aportar a la sociedad y mejorarla. Se me van agotando las ideas, las propuestas y finalmente decido salir de casa sin rumbo con un libro de una conocida, que me está gustando, atravieso algunas calles, llego a una plaza y me siento a leer en un banco.

domingo, 22 de octubre de 2023

"HUELE A PASADO" (Ideal 22-10-23)

Huele a pasado Manuel Molina Hasta hace unos años creía e incluso me entregaba a la esperanza de que en nuestro país se creciera hacia una sociedad más avanzada, más permisiva y con libertades consolidadas. Nací en el llamado “baby boom” de los sesenta, cuando la dictadura de Franco, desde dentro, se daba cuenta que era mejor cambiar algo que perecer por agotamiento y vejez. Se insufló un poco de cambio y se inventó la Transición. Años convulsos donde no se sabía exactamente hacia qué lugar giraba la nave. Supongo –perdonarán mi escepticismo histórico- que por muchas carreras, algaradas y manifestaciones al poder de facto le resbalaban y si este no hubiera querido soltar un poco de aire democrático no hubiésemos alcanzado una forma de vivir bajo una constitución. El jefe del estado sigue siendo hereditario, la banca y órganos judiciales siguen teniendo muchos apellidos compuestos, aunque la mayoría de la población, eso sí, es más feliz pese a que un cuarenta por ciento declare vivir empastillado. Viví unos cambios optimistas en mi adolescencia y aquella gente que vagabundeaba por la vida con ropas gastadas, hambre en las arrugas y mocos colgando mejoró y alcanzó en parte un peldaño de progreso y dignidad con ayudas y sobre todo oportunidades. Algunos dejaron de irse a las fábricas suizas, francesas o alemanas y se compraron hasta un televisor a plazos. La mano de obra casi regalada se fue mejorando y poco a poco sus cubiles se volvieron habitables, se comía con más variedad y la chiquillería estudiaba incluso para alcanzar mejoría social una generación después, fruto del esfuerzo becado que permitía acceso a la universidad. No todo fue un jardín de rosas porque a la vez que se disfrutaba en los ochenta de una libertad inusitada y casi sin límites se vio contrarrestada con la expansión de la droga que arrasaba con las figuras envenenadas y consumidas vestidas con un chándal varias tallas más grandes para el escaso cuerpo que sostenía. Las mejoras sociales y logros en libertades vinieron acompañados de un despegue de la tradición, que durante tantos años oprimía a su gusto y mandaba el rebaño. No creo que deba a estas alturas señalar quiénes ejercían ese poder individual, familiar y grupal, que se vieron sorprendidos por el hecho de que la gente, sobre todo los jóvenes, vivían más entusiasmados con la novedad y las ansias de vivir que en reproducir el mundo rancio que había dominado a sus mayores. Fue un espejismo, un tránsito fugaz, si comparamos aquello con lo coetáneo. Los hijos de quienes crecieron con aires de libertad y de cambio han sufrido un retorno nietzscheano, ahora se han clonado en la parsimonia y desidia, en lo repetitivo y vacuo, adorando por las calles al becerro de oro que resurge atractivo porque se ha vestido de fiesta y falsa sensación de que las cosas son así, porque siempre han sido así y deben seguir así. Y han encontrado en su tradicional carrera hacia atrás el consuelo presente.

domingo, 15 de octubre de 2023

"GANAR A LA BANCA" (Ideal, 15-10-23)

Ganar a la banca Manuel Molina Cuando uno piensa en el dicho popular de que “la banca siempre gana” no puede por menos que sentirse pequeño, un liliputense ante un Gulliver enorme con el cual resulta inútil cualquier intento de plantarle cara ante su envergadura. Pero uno –con una impronta quijotesca- también recuerda que un pequeño David venció a un gigante Goliat. Todo ello en lucha interna ante la injusticia que supone que un banco te haya cobrado algo que no debería y que con tanto esfuerzo te cuesta obtener. La banca se aprovecha de su poderío y de la tibieza de los gobiernos para chulearnos. No abona lo que debiera por ley, limita sus servicios a lo mínimo rayando en lo amoral como cuando deja excluidas a personas mayores que fueron sustento durante tantos años con sus ahorros, atiza comisiones desmedidas por tareas que realizamos los propios usuarios, deja a los pies de los leones a los empleados que tienen que lidiar con los abusos provenientes desde arriba. Y habría mucho más. Por eso, después de nueve largos años de pleitos y ninguneos haber ganado un juicio a un gran banco sabe a gloria. Recordemos algunos datos interesantes. Los grandes bancos españoles -- Banco Santander, BBVA, CaixaBank, Bankinter, Banco Sabadell y Unicaja Banco-- han registrado unas ganancias agregadas de 12.385 millones de euros en el primer semestre de este año, cifra que se eleva en un 20,7% más de beneficios respecto al mismo periodo de 2022, según cifras recopiladas por Europa Press. Otro más: el coste para el Estado del “rescate” bancario se eleva a 101.500 millones de euros y de ellos, según el Banco de España, tan solo se recuperará un 14%, unos 9.500 millones. Esas son las cartas de presentación para saber con quién te la juegas. El principio fue un intento amistoso ante la dirección del banco. Hubo una sentencia que había creado jurisprudencia y daba la razón a los usuarios por las cláusulas abusivas de las hipotecas. Con buenas palabras te despachan y te muestran la puerta de salida. Insistes y el tono cada vez es más frío dejando claro que por las buenas, nanay. Pues habrá que denunciar, pues denuncia. Acudes a un bufete de abogados y muestras la situación de indefensión en que te encuentras. No te garantizan que salga bien la denuncia porque depende del juzgado que lleve el caso y los cambios legislativos. Te planteas una pregunta esencial: ¿existe posibilidad de ganar aunque sea un solo euro al banco? La respuesta es afirmativa. Durante nueve años, con sus meses y días recibes buenas noticias porque cada vez se suman más sentencias favorables y el máximo tribunal europeo da la razón a los demandantes, aunque te frenan las inclinaciones de distintos gobiernos situados al lado de la banca. Te ningunean ni siquiera acudiendo a varios actos de conciliación en los juzgados. Pasa el tiempo (mucho) y te planteas abandonar, al final se hace justicia, ganas. Pero cuántos liliputienses se han quedado en el camino.

domingo, 24 de septiembre de 2023

"TIRAR LENGUAS A LA CABEZA" (Ideal 24-9-23)

Tirar lenguas a la cabeza Manuel Molina Me he ganado la vida con la filología, con el amor a las palabras, y por ello me siento afortunado. Mi lengua materna ha sido el castellano, ese fue el azar, con la variedad más evolucionada del antiguo latín, el andaluz; tan diverso y rico que no cabe en una norma única. Por desgracia, un marchamo secular lo ha acompañado durante siglos pensando que era la variedad correspondiente a los más de desfavorecidos, a las clases más bajas. Tan perdurable falacia, presente y continua, identifica una persona con tal variedad en cualquier medio audiovisual porque desempeña un papel de chacha, trápala o desheredado. Tanto fue así, que la primera vez que escuché una variante parecida a la mía, años ochenta, no fue andaluza quien hablaba, sino una mujer canaria, presentadora del Telediario de Televisión Española, Cristina García Ramos, que seseaba sin complejo para mayor asombro. Pero después toda la retahíla de presentadores con origen andaluz continuó ocultando -acomplejados y exigidos- su variedad para utilizar una norma alejada. Tan solo después de cambiar en muchos canales se encuentra uno a Roberto Leal en Pasapalabra, hablando como le es natural, en andaluz, y explicando mil veces por qué habla de tal modo. A querer las palabras me acompañaron dos lenguas de las que proviene mi variedad, el latín y el griego, que siempre contenían la coletilla “lenguas muertas”, pero que siguen vigentes en el mayor porcentaje de los vocablos que utilizamos a diario. De ahí pasé a la lengua más ajena, el inglés, convertido en el moderno esperanto que no pudo ser. Siguieron dos años costosos de aprendizaje del árabe, que no he reforzado (cómo disfrutaba su grafía) para después llegar al portugués, con el cual tuve la oportunidad varios años de estudiarlo y disfrutarlo en la universidad. Curiosamente cuando viajo a este país vecino e intento comunicarme en su preciosa lengua, casi siempre los autóctonos llevan la conversación al castellano, que manejan con una soltura que me parece injusta por nuestra parte ya que al contrario no se da esa circunstancia. Y tocó trabajar en Cataluña, donde vive la mitad de mi familia, y me preocupé por aprender su lengua y mal que bien logré defenderme. Lo hice porque me parecía lo justo cuando vivía en un territorio que tenía otra lengua y así de manera lingüística me enriquecía. Hace unos días presentamos una antología poética de escritores del Magreb, a cargo de José Sarria, que utilizan el castellano como lengua de escritura. Diez autores, entre ellos varias mujeres, de distintas edades, que con naturalidad han elegido entre el francés, el árabe o el castellano, esta última, pese a residir en Marruecos, Argelia o Túnez. Me entusiasma la idea de que se pueda elegir libremente cómo expresarte, en esos países donde se entremezclan sin problema decenas de lenguas. Y aquí, sin embargo lanzándonos nuestras lenguas a la cabeza, los unos y los otros, cuando lo más fácil es comunicarnos con naturalidad. Algo hemos hecho muy mal.

domingo, 17 de septiembre de 2023

"LA FALACIA DE LA NEUTRALIDAD" (Ideal 17-9-23)

La falacia de la neutralidad Manuel Molina Paseo por delante de un bazar y me encuentro en el escaparate tres figuritas de monos como siluetas oferentes o tal vez transmitiendo un inusitado mensaje, el primero con la boca tapada, otro con los oídos y el último con los ojos tras sus manos. Transmiten en conjunto un mensaje: ver, oír y callar. Mi madre, que pasó una guerra civil y una posguerra aconsejaba en ocasiones esa actitud, pero se le olvidaba cuando consideraba que existía injusticia en un hecho. A veces, mascullaba una especie de mantra resumido en una sencilla frase: “líbrame señor de las aguas mansas, que de las bravas ya me cuido yo”. La neutralidad en cuestiones sociales y políticas puede ser vista como un privilegio. Aquellos que pueden permitirse ser neutrales a menudo no sienten el impacto directo de las políticas injustas y las desigualdades sociales, ergo, su actitud también es política y social. Desde el supuesto apoliticismo e indiferencia social toman partido por una opción política, eso sí, cómoda. Es importante reconocer que existe una ciudadanía para quienes la neutralidad es un lujo que en apariencia pueden permitirse. La neutralidad es una falacia. No podemos permanecer al margen de las cuestiones sociales y políticas. Ay, cuando alguien me dice que de política no entiende. Recuerdan la sentencia atribuida a Franco: “usted, haga como yo, no se meta en política”. Toda una exaltación del “apoliticismo” como forma de política. En un mundo cada vez más polarizado y convulso, la idea de mantenerse neutral en cuestiones sociopolíticas puede parecer tentadora. Después de todo, evitar tomar partido es un canto de sirena que se convierte en la forma más segura de evitar conflictos y confrontaciones y tan solo dedicar algunos gestos limpiadores de conciencia (“qué fácil es protestar por la bomba que cayó/ a mil kilómetros del ropero y del refrigerador”). Se vive bien cuando los problemas pertenecen a los demás. Sin embargo, al mirar más de cerca, se vuelve evidente que la neutralidad es una ilusión peligrosa. Como decía Desmond Tutu, el arzobispo sudafricano y activista por los derechos humanos: "si eres neutral en situaciones de injusticia, has elegido el lado del opresor". Todo viene a cuento de intentar dar respuesta a una joven que me planteaba hace poco que no le gustaba la sociedad en que vivíamos. Intento ahondar en su preocupación y me aclara en su convencimiento empírico que “cada uno va lo suyo, no le interesan los demás”. Le planteo si tiene alguna solución y me matiza que lo ve difícil porque la mayoría cree que vive bien, aunque no sea verdad. Recuerdo un ejemplo en forma de gracieta del humorista Miguel Maldonado, cuestionado sobre qué era la clase media. Contestó con aire severo que si tú tienes las sartenes apiladas en la cocina una encima de otra, tú no eres de clase media, afirmaba. Puede que ese sea el mejor ejemplo de una sociedad que se declara apolítica y de clase media. Continuamos lentamente para bingo.

domingo, 10 de septiembre de 2023

"AUTODESTRUCCIÓN" (Ideal 11-9-23)

Autodestrucción Manuel Molina España era una unidad de destino universal para el franquismo, aunque más parecía un intento engolado de los que gustaba el régimen para intentar explicar(se) que en realidad somos un destino de intentos autodestructivos continuados. Nuestra historia lo demuestra, pese a que casi siempre han ganado los mismos. Una cabeza tan lúcida como la de Goya lo dejó plasmado en el duelo a garrotazos. Así somos, una constante piedra de Sísifo con dos partes antagónicas que ruedan y vuelven a rodar desde la cima durante siglos. Bismarck admiraba nuestra capacidad de autodestrucción secular y aún más, el no haberlo logrado pese a la insistencia. Vivimos un nuevo intento de profundizar en nuestro sino con la situación política actual, polarizada sin remedio y buscando extraños compañeros de viaje a la hora de intentar formar gobierno. Por un lado, el PP ha logrado blanquear un partido que no cree en el sistema del que es partícipe, su ilusión sería destruirlo. Por otro lado, el PSOE se entrega a los deseos de otra fuerza que quiere romper el sistema elegido por los españoles en mayoría, representados en el prófugo del flequillo difícil. Quienes asistimos como espectadores desapasionados al sainete en que se ha convertido la elección de gobierno no dejamos de asombrarnos de algunas máximas políticas, tan bien explicadas en el dicho de Groucho Marx: “estos son mis principios, pero si no le gustan tengo otros”. Qué capacidad de bandazos apreciamos en quienes un día tienen el rostro de aparecer con un mensaje cargado de rotundidad y al día siguiente con la misma cara afirman lo contrario. Tal vez la mayoría de nuestra ciudadanía no tiene mimbres para dedicarse a la política por tal causa, incapaces de trasladar su opinión a otro extremo con naturalidad. Reconozco que admiro en amistades políticas su labor en ese sentido, y la facilidad en unos y dificultad en otros de tragar sapos que llegan desde arriba o desde al lado. Uno, que ya ha vivido y visto un poco, sigue maravillado del esfuerzo que supone mantenerse en unos principios que ha costado solidificar para tener que desprenderse de ellos en un pispás. Dicen que así es la política. Estamos de acuerdo en que una coalición ahora mismo supone la única solución para elegir gobierno, aunque también añadiremos que no debe perderse de vista la repetición de elecciones para no estar “secuestrados” por parte de quienes no creen en nuestro sistema democrático de convivencia. La autodestrucción de nuestro país tiene un recurso que la evitaría, pero que ninguno de los grandes partidos, con lo fácil que lo tendrían, apuesta por ello: la reforma electoral, que evitara estas situaciones en el futuro. A la ciudadanía le interesa, a la los políticos, no. Y algo más, casi siempre que se ejercen estas negociaciones nunca los ocho millones y medio de andaluces somos decisivos para que se nos tenga en cuenta y podamos tener el poder de la mitad de la mitad que otros territorios. Seguiremos autodestruyéndonos.

lunes, 21 de agosto de 2023

"ENTRE PECHOS Y BALONES" Ideal 20-8-23

Veo imágenes de un vídeo en el NODO, un partido en blanco y negro donde se enfrenta la selección española femenina contra la de Alemania en un campeonato celebrado en Austria, en los años sesenta. Causa extrañeza que en esos años existiera un grupo de mujeres dispuestas a disfrutar de su afición al fútbol. Sin embargo, lo más llamativo es la narración que acompaña las imágenes, con ese tono enfático y engolado que ofrecía el noticiario. Se presenta así a estas chicas: «Con un ardor impropio de sus audaces kilos». La portera deja un pequeño peluche como talismán junto al palo de la portería que defiende y se hace una mofa infantil sobre ella, «como si una mascota pudiera hacer mucho en una portería». Un poquito más de saña: «Sería conveniente que perdieran un poco de peso». Una alemana despeja un balón de manera aguerrida chocando contra un poste: «Una jugadora se ha hecho pupa». Y atención, ahí llevan el final: «La única nota positiva es que cuando se casen, si se casan, cambiarán esto por una batería de cocina». Pocas palabras bastan para explicar el asunto. ¿Imaginan esta narración hoy día, cuando hoy un grupo de chicas disputará la final de un mundial? Gracias a mujeres pioneras como las que son atizadas en el NODO se ha llegado a la afortunada situación actual. Ellas han alcanzado la igualdad en su terreno, un mundo complicado como es el fútbol, tremendamente machirulo. Si hiciéramos una breve encuesta para saber a cuántas de ellas en algún momento las han llamado marimacho, bollicona o han recibido la recomendación de irse a fregar platos a la cocina nos sorprenderíamos. El camino abierto por Alexia, Jenni, Olga y tantas otras ha cerrado bocas que vertían veneno y resquemor como gracieta o convicción. Un grupo de hombres se pone nervioso en cuanto se sitúa al lado de una mujer autosuficiente que tiene criterio propio y decisión, incluso otras mujeres. No digo nada si encima triunfa. En 2017 un grupo de mujeres protestó en Argentina mostrando sus pechos contra la cosificación y la prohibición de realizar topless en las playas. Una diputada se manifestó en solidaridad porque la criticaran parte de los congresistas al mostrar su pecho amamantando a su bebé o por que llevaba escotes «exagerados». Tenemos en el solar patrio el gesto de Eva Amaral mostrando los pechos en un concierto en directo y recordando a sus compañeras artistas censuradas. Como se podía esperar las redes sociales, ese veneno gratuito y público, se llenaron de descalificaciones. Los insultos, los obvio. Dos acusaciones me llamaron la atención. Una, que la artista necesitaba publicitarse. Perdona, Eva Amaral tiene el culo pelado de furgonetas y escenarios y lo que es mejor, de grandes premios. Dos, en la playa se hace topless y no pasa nada. Claro, pero encima de un escenario o en la terraza de un bar puede que acabe en multa. Qué empeño en tapar los cuerpos, y las mentes.

lunes, 7 de agosto de 2023

EVA DE DIOS, UN LUJO. (IDEAL 6-8-23)

Eva de Dios, un lujo Manuel Molina Hace años, la primera vez que visité Jaén recuerdo que lo que entendemos como lugares turísticos apenas existían, salvo Cazorla, Segura y Las Villas y Baeza con Úbeda. Todo, eso sí, bastante precario teniendo en cuenta que el resto de la provincia prácticamente desde el punto de vista turístico era un solar. Por las extrañas cuestiones del destino tuve la suerte de ser guiado por Eva de Dios Martínez y conocer una capital como Jaén, que en su mayoría desconocía. Reconocí con prontitud el valor y mérito de aquella persona que atesoraba enormes conocimientos sobre edificios, personajes e historia, desgranados con una capacidad didáctica que deleitaba. Nunca más volví a ver la ciudad con los ojos anteriores y a partir de ese momento me sentí contagiado de su entusiasmo para recomendar a todo aquel que conocía y sentía interés por el patrimonio, que no debía perderse una vista guiada por Eva de Dios a Jaén. Me alegra mucho que Eva de Dios, como la conoce todo el mundo, haya sido reconocida con el Premio Andalucía de Turismo 2023, porque si alguien lo merece de manera destacada en esta provincia es ella. Presidenta de la Asociación Provincial de Guías Oficiales, se le reconoce por ”haber diseñado y ejecutado una veintena de rutas provinciales y más de treinta itinerarios temáticos en Jaén capital”. Para ello, no puede haber un abordaje sin conjugar dos factores esenciales e indisolubles: el amor a una tierra y la preparación profesional. Todo esto, teniendo en cuenta que la mayor parte de lo que proponía consistía en generar algo inexistente. Siempre apostó por la profesionalidad cualificada y eso evidentemente genera rechazos. Defendió y reivindicó siempre a los guías oficiales, para ello se necesitaba haber cursado una carrera universitaria y mostrar solvencia oral en dos idiomas, a la vez que superar una prueba oficial. Con esas premisas comprenderán cómo se las tuvo que ver con el intrusismo. El símil ejemplificador consistía en optar, caso de enfermedad, por un médico o por alguien que dice que sabe medicina. Una carrera de obstáculos e incomprensión que poco a poco le fue dando la razón. Eva de Dios representa el vivo ejemplo de todo lo contrario que una mayoría jienense sostiene como forma de vida, la acción frente a la indolencia, el trabajo frente a la queja y la preparación frente a lo chapucero. Resulta evidente que todo ello supone sudor y lágrimas, pero no existe otra forma de conseguir algo importante sin pretender que te lo regalen y esta provincia sabe mucho de eso. Me alegro mucho por el reconocimiento a Eva porque supone destacar un hecho que si cundiese como ejemplo tal vez no tendríamos en Jaén las cifras sonrojantes que retratan una abulia consentida y expandida como virus. Decía Albert Camus que el éxito es fácil de alcanzar, que lo difícil radica en merecerlo. Podemos decir que en este caso y sin temor a equivocarnos ha sido más que merecido. Enhorabuena, con mayúscula.

miércoles, 19 de julio de 2023

"SOBRE LOS DEBATES ELECTORALES" (Ideal, 16-7-23)

Sobre los debates electorales Manuel Molina En los cimientos de la democracia se encuentra un elemento esencial que alimenta su vitalidad y fortaleza: el debate. El intercambio de ideas, argumentos y perspectivas divergentes se muestra como una piedra angular de cualquier sociedad democrática, ya que permite ofrecer resúmenes de las propuestas de partido y contrastarlas con mayor o menos arte ante rivales para ofrecerlas a la ciudadanía que decida presenciarlos. El debate supone un estímulo para el pensamiento crítico y la formación de opiniones proporcionando la exploración de ideas y la evaluación de diferentes puntos de vista. Como afirma el filósofo John Stuart Mill: "El debate libre y abierto fomenta la mejora de las ideas y la eliminación gradual de las concepciones falsas". La prueba evidente radica en que al día siguiente de un debate podemos consultar distintos medios para apreciar aquello que no fue verdad o lo fue a medias por parte de algún participante, de hecho algún partido vive casi al cincuenta por ciento en ese estado. La oportunidad de un debate electoral permite que la tolerancia se vea reforzada al ofrecerse distintos puntos de vista de manera presencial e inmediata. He participado como juez en distintos torneos de debates educativos, que a diferencia del electoral no se apoyan en lo competitivo como tal, sino que al tratarse de estudiantes de ESO y Bachillerato se intenta no solo valorar, sino también dar la oportunidad de aprender y mejorar. Para quienes no conozcan esta herramienta educativa cada equipo (cuatro participantes) debe defender y convencer argumentando sobre un tema de actualidad, con un matiz: hasta antes del enfrentamiento contra otro equipo no saben si defenderán la posición a favor o en contra, puesto que se sortea. He presenciado brillantes debates en los que brillaba una sobresaliente preparación, una enorme agilidad argumentativa y de creatividad en lo expuesto. Es difícil juzgar, puesto que a veces, se encuentran visiones distintas en los jueces, pero ayuda mucho a unificar lo que debe ser evaluado y su valor. La salud que gozan estos torneos de debates viene amparada por los datos: en el último torneo regional celebrado en Granada se presentaron trescientos cuarenta y cuatro centros de toda Andalucía. He presenciado con interés los dos debates electorales con motivo de las elecciones generales del día veintitrés de julio. El cara a cara entre Sánchez y Feijoó en un medio privado me decepcionó de manera sorprendente. Ni los dos candidatos, ni los moderadores creo que estuviesen a la altura. Constantes interrupciones y huidas notorias (incluso sonrojantes) ante preguntas del rival junto a la falta de autoridad de los moderadores. Fue un buen ejemplo para ofrecerlo a los jóvenes que comienzan en el debate y así para explicar lo que no debe ser un debate. Sin embargo, el segundo ofrecido por la televisión pública y esta vez con la participación de siete fuerzas políticas –mucho mejor- resultó entretenido, respetuoso y bien moderado. Voces muy variadas y argumentaciones interesantes enriquecieron la democracia, aunque algunos no lo quieran.

lunes, 5 de junio de 2023

"LO DICEN LAS REDES" (Ideal 4-6-23)

El estudio internacional para el Progreso de la Comprensión Lectora de 2021 confirmó una bajada generalizada de la comprensión lectora en España respecto al anterior de 2016. Se realizó entre niños y niñas de 4º de primaria de cincuenta y siete países. Nos situamos por debajo de la media de países de nuestro entorno, salvo Portugal. En ese estudio se enfoca otro aspecto, solo un tercio de los padres y madres de las familias participantes afirma que le gusta leer. La excusa para determinados especialistas radica en que se produjo la recogida de datos después del encierro pandémico. Bueno, como pomada puede servir pero tal vez como sana-sanita, no llega. Existe una realidad que no desemboca en el resultado esperado. Un joven comienza su escolarización en muchos casos con tres años y llega al final de la obligatoriedad de esta con dieciséis. Quiere decir que ha empleado trece años a mantener contacto con la comprensión lectora. Sin embargo, la mayoría de nuestro alumnado no sabe exactamente qué lee. Por otra parte, ha cambiado el acceso a la información de manera generacional. La mayor parte de jóvenes accede a ella a través de redes sociales y la comparte con iguales que reciben una noticia o mensaje y lo reproducen copiando y pegando. También la lectura ha sufrido una transformación, ya que se realiza generalmente con textos breves, el titular o el tuit podrían ser ejemplos. Una sola idea básica se transmite y recibe. No se da jerarquización del lenguaje y se empobrece con la falta de simbolismo o connotación. Predomina la idea plana y lineal en forma de oración simple: sujeto, verbo y complemento, poca subordinación. Incluso el apoyo audiovisual se torna también breve, el meme o reel. Un tercer botón de muestra argumental: el chat propicia el diálogo, pero también muy justo de utilización, tanto normativa como en su vertiente competencial y nos sirve un hecho relevante para corroborarlo, se prefiere el audio a la escritura. ¿Dónde quiero llegar? A la conformación de un ideario en nuestros jóvenes y su toma de decisiones. Parto de un ejemplo que me aporta una profesora de secundaria en una clase (suele repetirse) en que un grupo de su alumnado realiza un panegírico y alabanza de un grupo político ultra. La enseñante intenta echar mano del método socrático y cuestiona el pre-juicio, poco a poco van cayendo los argumentos endebles y estereotipados hasta llegar a la fuente por la cual se accede a la información y se conforma la opinión: «es verdad porque lo he leído en las redes, seño». Después de trece años de escolarización aparece tal resultado. Algo debemos estar haciendo mal y me cuesta creer que se diseñe a propósito, pero podemos preguntarnos quién se beneficia de la falta de información y acriticismo producido en quien no sabe apenas lo que lee. Puede sonar a Orwell o tal vez a sentirnos dentro de un extraño relato sin poder salir, donde el enemigo es la ignorancia.

viernes, 12 de mayo de 2023

NOMBRAMIENTO COMO ACADÉMICO

He recibido la grata noticia de mi nombramiento como académico de la Real Academia de Ciencias, Bellas letras y Nobles Artes de Córdoba. Agradezco a la institución su deferencia. Como cordobés me siento muy contento y sé que hay personas que se alegrarán mucho. Lo comparto con la alegría de un niño criado en una aldea, que salió al mundo, se maravilló e intentó contarlo.

domingo, 7 de mayo de 2023

"EL VINO DE FRAILES" (Ideal 7-5-23)

He tenido la inmensa suerte de acompañar al amigo Santiago Campos en la conferencia que conmemora veinticinco años de la fiesta del vino de Frailes –ahora Jornada Vinícola y Gastronómica–, junto a una exposición a lo largo de ese periplo, que atrapa momentos de personas trufados de tiempo en torno a la celebración. El sábado tocó el turno al periodista de COPE Jaén Antonio Agudo como pregonero. La 'frailestud' fue término cultural y sociológico que Campos creó para manifestar una serie de sensaciones y vivencias propias y generadoras de una peculiar personalidad del pueblo. Esta se expandió durante el fin de semana y entre el vino y las ricas viandas se ensalzó un cultivo con arraigo, que sobrevive entre laderas y lomas, en cepas renovadas tratadas con mimo para generar caldos cada vez de más calidad, las cuales sobrepasan desde hace años el consumo local para haber generado un producto comercial valorado. Las tierras de Frailes son generosas. La diversidad de tipos de suelo, arcillosos, calcáreos y de pizarra, se han amalgamado con diferencias de altitud en los cultivos, desde los 950 hasta los 1.250 metros en los que se ubican las viñas y allí crecen pacientes las variedades Jaén negro, Jaén blanca, o Moscatel castellana, entre otras, enriquecidas con alguna como la Syrah, han ido conformando un peculiar vino del terreno, acrecentado con dedicación y acierto en tintos, blancos e incluso espumosos. Disfrutar en mayo la jornada del vino es una de las fiestas más entrañables de la provincia de Jaén. El vino acompaña la morcilla negra recién cocida, los riquísimos embutidos con sabor casero, o los extraordinarios quesos de la zona. Se culmina con los guisos y dulces tradicionales. Todo ello en buena compañía, como se recomienda para la ingesta del líquido por parte de una coplilla del XVII: «Y ahora que estoy entre vos,/ ¡cuánto hace que no os veía!/ aprovechad la ocasión,/ no me dejéis pa otro día». Cambios La cultura del vino ha cambiado en los años desde que la democracia está presente en nuestras vidas. En los setenta aún perduraban las tabernas donde se servía vino enranciado y aguado, que olían a serrín mojado y fermento. Las botellas vidriadas de arrobas se trasegaban a diario en muchas ocasiones de forma desmedida, pese al bautizo 'aguado' que recibían. Los vinos en vaso donde hoy se sirve el café con leche eran el recipiente habitual. Aquellos mostos jóvenes y cabezones poco a poco se fueron desbravando y del blanco casi exclusivo se fue adoptando querencia por los tintos, primero manchegos y luego riojanos. De aquel tiempo nos puede sorprender el encono de los sindicatos en que no se pagaran los jornales en las tabernas por parte de los patronos, ya que se producía un irresponsable dispendio en el consumo. Hemos mejorado en calidad y manejo. El vecino alcalaíno, Arcipreste de Hita, ya aclaraba que «es el vino muy bueno en su misma natura./ Muchas bondades tiene, tomado con mesura». Viva la frailestud.

jueves, 27 de abril de 2023

TALLERES DE HAIKUS DEL PROYECTO "ESCRITORES DOCENTES"

Han sido días de muchos kilómetros y ajetreo impartiendo talleres de haiku y de poesía en el CEIP Carmen de Burgos de Cabra, IES Juan Soto Alvarado de Belalcázar, IES Tierno Galván de la Rambla y el IES Zoco de Córdoba, con el programa escritores docentes de la Red provincial de BB.EE de Córdoba. Permitidme compartir uno de los más bellos cuadernillos que he visto realizar en todos los talleres que he impartido en años. La autora es Lucía, una alumna de Cultura Clásica (4º) del IES Zoco.

domingo, 23 de abril de 2023

"LIBROS, QUÉ LUGARES" (IDEAL, 23-4-1023)

Libros, qué lugares Manuel Molina Como Borges, puedo asegurar que estoy mucho más contento de lo que he leído que de lo escrito. Hace unos días el escritor Lorenzo Silva afirmaba, hablando de su obra, que no entendía su vida sin los libros, que le habían acompañado siempre y había tenido la suerte de escribirlos y que se leyeran. Miel sobre hojuelas, que apunta el dicho. Llegado a una edad en la que se puede mirar por el retrovisor del tiempo puedo afirmar que siempre he vivido rodeado de libros, desde que pude adquirirlos ya que en mi casa de una aldea del sur apenas había. Los he disfrutado tanto que podría afirmar que el porcentaje más elevado de lo que soy, de lo que me permite mirar al mundo se lo debo a los libros. Desde los primeros cuentos infantiles, el Senda -un libro de lecturas infantiles-, los primeros versos de Bécquer, hasta las novelas recién escritas o los sesudos ensayos. La falta de tiempo que nos roba el sistema neoliberal, caso de poder arrebatarle un poco, la dedicaría a leer un poco más. Para haber alcanzado el grado de lector que disfruta con los libros debo agradecer también la labor de las bibliotecas públicas, que por fortuna hoy están muy cerca desde que un peque entra en infantil hasta que termina el doctorado o un máster. En colegios, institutos, universidades y edificios públicos se oferta una cuidada y variopinta oferta libraria para todas las necesidades y edades. ¿Lo valoramos? No lo sé a ciencia cierta, porque parece que siempre estuvieron ahí y sin embargo, si nos retrotraemos simplemente hasta el final del siglo pasado muchas no existían. La demanda de parte de nuestra sociedad aborregada se manifiesta inquieta cuando el ocio se ve interrumpido, por desgracia, en tal malestar no aparecen las bibliotecas o el precio de las novedades. Aunque nos sirve recordar lo de Lorca sobre el pan y el libro, si tuviera hambre pediría medio pan y un libro. Reconozco que uno de los placeres más sencillos de los que disfruto consiste simplemente en observar cómo leen los más pequeños, más las chicas. Me aporta una extraña combinación de emoción y esperanza apreciar cómo los ojillos desfilan de izquierda a derecha absorbiendo palabras para que el cerebro las transforme en pensamientos que se quedarán adheridos entre células para conformar la memoria. No hay máquina que iguale ese mecanismo. Siempre intento regalar libros en la firme creencia de que existe alguno apropiado para cada persona, como afirmó Umberto Eco “hay libros que son para el público y libros que hacen su propio público”. Cuánto bueno me han aportado los libros, en estaciones de autobús y tren, en largos viajes, en los atardeceres y noches, en la inquieta espera de los hospitales, al borde de una playa, bajo un parral, rodeado de lenguas extrañas, en cafeterías, en parques y jardines. Con un mecanismo de funcionamiento muy sencillo: una voz que cuenta y otra que interpreta. Qué gran invento.

jueves, 13 de abril de 2023

III ENTRE LIBROS Y JARDINES

III edición de Entre libros y jardines. Durante los meses de abril y mayo la literatura cobra protagonismo en los jardínes y parques de Priego de Córdoba.

domingo, 2 de abril de 2023

"ACAUDALADOS PATÉTICOS" (Ideal 2-3-23)

Acaudalados patéticos Manuel Molina Reconozco que cuando escuché por primera vez que Ana Obregón iba a ser madre se trataba de una broma al uso de las que realizan algunos programas radiofónicos, a modo de inocentadas o bulos cómicos. Pero pasé de la sonrisa que provocaba el ingenio de algún guionista a la mueca de incredulidad y de ahí a una sensación de pena y desolación. Siempre me ha parecido que el recurso de un vientre de alquiler representa todo lo peor que puede alcanzar el ser humano desde un punto de vista ético. La justicia social resulta inevitable para que quienes menos tienen no sean un mero objeto ante el capricho de quienes tienen mucho. Resultaría muy triste aceptar que todo se vende, que todo puede tasarse en un precio, hasta la vida humana. Se trata tan solo de que la oferta sea aceptable a las necesidades y expectativas de alguien que lo necesite. Así de triste. Pero más que la patética actitud de la ínclita me preocupan quienes muestran una absoluta normalidad y comprensión ante el hecho de comprar un ser humano a la carta. Se muestra como argumento en este caso que la señora sufre un luto lamentable, como por desgracia sufren muchas personas, y como hay posibles en un banco decide pagarle a una persona para que tenga un hijo siendo ella casi septuagenaria. Pagar, así de triste, y asumir desde el más absoluto egocentrismo que verá crecer una persona a la que lleva casi setenta años de diferencia. Ser padre o madre no es un derecho, ni una obligación, pero lo hemos convertido en moda a la que se apuntan quienes tienen capricho y bastantes ceros en la cuenta corriente. Muchos faranduleros, por cierto. Todo tiene un precio y existen quienes ofertan y quienes pagan. Para quien ha realizado una adopción resulta incomprensible cómo alguien puede ser tan narcisista y escaso de generosidad recurriendo a comprar un ser humano –lo de alquiler de vientre resulta tan eufemístico- a la carta, blanquito, con ojos azules, que son los que más cotizan. Voy a ser papá, voy a ser mamá. Lo compro. Y qué decir de algo parecido a la mencionada moda, fulanito (o fulanita) ha alquilado un vientre, pues yo también, como el marqués de El Viso, porque quiero y puedo. Y son tan, tan felices cuando los muestran a cámara. Mientras, en los orfanatos, alguien espera. “Es que”. Claro que se dan muchos “es que” porque hay que proteger a un ser indefenso, para eso existe el derecho y el estado. Hace poco leí una novela inquietante El chino, del sueco Henning Mankell. No es la mejor de este autor, pero plantea algo que hila con nuestro asunto. Como todo se puede comprar no habría impedimento en que a los condenados a muerte se les practicara la extirpación de órganos y los acaudalados, caso de que los necesitaran, los compraran. No haría falta ni alquilar a nadie. ¿Cuestión ética? Si existe se puede comprar. ¿O no?

domingo, 26 de marzo de 2023

"SANIDA PÚBLICA Y UNIVERSAL" (Ideal 26-3-2023)

Foto: Geralt Sanidad pública y universal Manuel Molina Hubo un tiempo en que te encontrabas mal y acudías a tu médico de cabecera (ahora generalista o de familia) en el mismo día y eras atendido o bien porque encontrabas cita o porque no se cubrían todas las admitidas y tras estas se te visitaba. Hoy nos parece ciencia-ficción. Por lo general, estamos acostumbrados a que todo mejore. Por ejemplo, casi nadie fallece si se contagia de gripe; y sin embargo, hemos retrocedido en la atención sanitaria de una manera muy llamativa. No sería justo achacar tan solo a una posible causa el deterioro de la sanidad pública, pero sí que debería hacerse un esfuerzo prioritario desde las distintas administraciones públicas para regenerarlo y afianzarlo. Recordemos que la justicia social, aquello que al menos intenta hacernos más iguales con distinción de factores socioculturales, se fundamenta en dos pilares como sanidad y educación. Sin la salud necesaria parece que todo lo demás se relativiza. Un dolor nos puede frenar en seco y paralizarnos en lo personal y en el cúmulo social (bajas a trabajo, gasto médico, etc.). Sin lugar a dudas, una persona sana desde el punto de vista más agresivamente neoliberal supone un eferente positivo, no digamos desde ahí hasta los parámetros sociales y más humanos. Vemos algunas significativas cifras ofrecidas por el Ministerio de Sanidad. 8 de cada 10 personas creen que su estado de salud es buena. No empezamos mal. ¿Qué enfermedades son las registradas como más comunes? Ojo, a ver cuál no tiene: colesterol alto, salud mental, hipertensión, lumbares y artrosis. En nuestra ciudadanía algunas personas ostentan el repóquer. Vayamos a la atención médica. 79 días es el tiempo medio de espera para primera consultas y 113 días la media de espera para intervenciones quirúrgicas. Parece bastante tiempo, ¿no? ¿Y qué opina el personal? Pues 6 de cada diez personas consideran que el sistema sanitario funciona bien. Curioso. Llama la atención que el 20% considere que se necesitan cambios y hay que rehacer el sistema sanitario. Algo no cuadra entonces. Se han realizado protestas para que el sistema sanitario atienda de manera debida y mejore. Nos afecta a la gran mayoría, pero en este país ya sabemos que es mejor que otro se parta la cara para salvar mi culete. Me muestro crítico con la gestión de la sanidad pública, pero sin olvidar que seres queridos sobreviven gracias a ella y al celo de sus profesionales. Un dato lleno de positividad, el año pasado se realizaron 4.781 trasplantes. El presupuesto público es del 8% del PIB frente al 2.9 % privado. Sería mejor incrementarlo y racionalizarlo para que la remuneración del personal (debe haber más) y los servicios de atención especializada, que son los dos grandes bloques de gasto pudieran ser más determinantes y reducir citas y tiempo. Necesitamos un buen sistema sanitario público para quien enferma, para la gran mayoría. Quien quiera otro que lo pague, pero lo primero es lo primero. Defendámoslo: mens sana in corpore sano.

domingo, 19 de marzo de 2023

"CACA DE LA VACA" (Ideal 19-3-23)

Caca de la vaca Manuel Molina Ese poco imaginativo y desafortunado título, a la par que representante de una limitada gestión neuronal, nos llama la atención desde un cartel que una cofradía ofrece como atractivo para ir a pasar un día inolvidable. Un cartel debe llamar la atención y para ello no existe, por ejemplo, mejor reclamo que la palabra sexo a buen tamaño. Un amigo utilizaba la técnica para ofrecer ventas que para nada tenían que ver con el susodicho vocablo, pero la gente se acercaba y alguien siempre picaba. Es la publicidad, amigo. El problema de esta actividad, pretendida jornada de divertimento, radica en que a muchos no nos hace ni pizca de gracia. Cuando crees que ya has visto demasiada estulticia y tienes la esperanza de que se vaya pasando retoma el brío como un virus silente que se apodera de personas que podrían pasar por respetables convecinos. “Ese trueno, vestido de nazareno”, que diría don Antonio Machado. Paso a relatar en qué consiste la perpetración más propia de tiempos nearthentales que del siglo XXI. Agárrense que vienen curvas. Se elige un espacio amplio y abierto dividido en cuadrículas. Se monta una barra con abundante comida y sobre todo bebida. Al personal asistente se le conmina a pagar (apostar) por alguna de las cuadrículas, casi siempre varias para mayor regocijo y emoción. Y ahora viene lo bueno. Se acota el terreno y se elige un animal, vaca o burro, para que pase la jornada en el terreno delimitado, mientras el personal deglute o trasiega alegremente y jalea los premios. La deposición del animal (su cagada) provoca el galardón del apostador de la cuadrícula con el pertinente alborozo de la asistencia. ¿Cómo se han quedado? Casi como yo cuando leí el cartel por primera vez, de lo contrario me preocuparía. El “festejo” resulta de una estupidez supina, basado en algo tan pueril como la escatología. Ya saben la fascinación de las clases de infantil por el póker de vocabulario: caca, culo, pedo, pis. Lo repites cien veces y cien veces provoca la risa. Infalible como la caída de un payaso. La madre de Forrest Gum ya lo advertía: “tonto es el que hace tonterías”. Lo sé bien, yo que soy payaso, perroflauta, brillosito, gilipollas -perdón-, aburrido, figurante o malafollá y además “irrespetuoso” (sic) con la libertad de algunas minorías que se regocijan maltratando animales. ¿Cuál es la gracia? No la pillo. Un animal que durante un día es observado a ver dónde suelta un mojón. Ni pizca de gracia porque de lo contrario estarían las dehesas y terrenos comunales de pasto atestados de gente descojonada. Llegas a un concurso de talentos y comienzas “Una vaca cagando…” y ya aseguras puesto en la final. Como decía al principio me llama la atención que el evento se repite en más pueblos, pero en este caso organizado por una cofradía, a la que me cuesta entender qué tipo de rogativa, petición o loor ofrece a su titular. Y dos, colabora el ayuntamiento. Lamentable.

martes, 14 de marzo de 2023

EL CAMPO (Ideal 12-3-23)

El campo Manuel Molina Qué maravilla dar un paseo por caminos en estos días que la tierra ha bebido el agua del cielo y los almendros han estallado en su festival de blancura. Las yemas de los frutales van abultando abotonadas para explotar en flores de futuro y el olivar ha cambiado de color tras oxigenarse un poco. Es tiempo de buscar espárragos como seres primitivos y de esperar las primeras habas. Los ciclos naturales tienen ese esperanzado deseo de encontrar lo mismo que hace un año o si pudiera darse la circunstancia, mejorarlo. El campo es nuestra primera tarea y si se resfría todos enfermamos. Nos mantiene con alimentos básicos y genera la riqueza necesaria, al menos, para seguir habitando el lugar de los antepasados. Lo advertía el poeta José Antonio Muñoz Rojas en “Las cosas del campo: “Año tras año, sol a sol, surco a surco, se va el hombre atando a la tierra, enterrándose en ella. Andamos sobre sus sudores, sobre sus ilusiones y sobre sus huesos”. Sin embargo, muchos son los males del campo, aparte de los naturales. La mejor prueba la aporta que los jóvenes no quieren trabajar en él, a la que pueden se zafan y orientan su vida hacia otro lado. Necesitamos el campo porque sin él no existimos, pero cada vez se presenta más difícil conocer a un joven agricultor. Las ayudas se presentan consustanciales a la labor, sin ellas resulta casi imposible alcanzar la rentabilidad, luego crean una dependencia imprescindible con lo positivo y negativo que supone. Si se financia la labor del campo debería quedarse en este y además debería primar las técnicas de cultivo más respetuosas, adecuar los beneficios del productor y premiar a los jóvenes que apuestan por dedicarse a cultivar o a la ganadería. ”Se vive como se puede, malamente; se mantiene malamente la esperanza, nadie sabe por qué”. Considero una alegría llegar al puesto del mercado y encontrar todo lo que necesito dispuesto de manera organizado y colorida. Frutas y verduras se apilan oferentes cada mañana a la espera de ser elegidas para formar parte de la bolsa del mercado. Quienes en algún momento de nuestra vida conocimos la carestía y escasez quedamos para siempre marcados por la muestra de asombro ante la abundancia. Ahora, la cesta de la compra en muchos bolsillos vuelve a estar marcada por una cuidada selección que incluya lo más primordial y se estire. Lo más importante proviene del campo, no deberíamos olvidarlo y por tanto, considerarlo como tal. A veces se nos olvida, incluso a quienes más poder de decisión ostentan. El campo no es un mercadeo o una dádiva, es pura necesidad. Siento un extraño crujido cada vez que presencio una vieja casa derruida o terrenos yermos.“Las encinas solitarias son los dientes que le quedan al campo para mascullar una historia de montes sonoros con grandes encinas y muchas jaras, con sombras apartadas y rincones que nadie había hollado, cuando reinaba la alimaña y tenía libertad la primavera”.

domingo, 5 de marzo de 2023

MUJERES (Ideal, 5-3-23)

Mujeres Manuel Molina Mi vida, por fortuna, está llena de mujeres con las que esta siempre ha sido más llevadera porque han sido un soporte fundamental ya sea como madre, esposa, hija, amiga, vecina, compañera o conocida. Cada una de ellas ha ido sumando de manera más o menos imperceptible lo que he llegado a ser. Todo comenzó para bien en una educación que no distinguía entre varones y féminas, donde, por ejemplo, todas las tareas del hogar siendo familia numerosa se realizaban sin distinción o el trabajo familiar en el campo y así se naturalizó que un hombre o una mujer en lo común se mostraban iguales. Pero como mi caso, también he conocido -y por desgracia sigo conociendo- todo lo contrario. Una anécdota: barría la puerta de la cochera de mi casa y un pequeño vecino que a veces venía a pegar la hebra me espetó sobre si yo era “maricón”. Perplejo solicité su razón para pensar aquello y me contestó que solo barrían las mujeres. Cuánto queda por avanzar, pensé. Me preocupa que las mujeres no se traten con igualdad. En mis clases o en mi trabajo como formador lo tengo siempre presente. No me muestro como quienes se les llena la boca del “todos y todas” aunque no lo crean, tan solo por una moda o latiguillo eficaz. Sin embargo, no permito ni el más mínimo atisbo de muestra de desigualdad ante una mujer y potencio todas las que lo hacen visible. La escuela es básica para que en hogares que preconizan el machismo este pueda ser corregido o al menos lo intente. Me preocupa sobremanera cómo se expande la cosificación entre adolescentes. Quien se dedica de manera profesional a tratar jóvenes chicas en edades tempranas puede contar hechos que resultan escalofriantes. Desde tan precoz edad se le atribuye un papel denostado al que se prestan ya sea por pertenecer al grupo o no descolgarse. Ocurre a nuestro lado y no lo conocemos como si se tratara de mundos paralelos. Los modelos espejean en redes y programas desalmados ofreciendo una realidad ficticia que se intenta reproducir. Muy triste. Por todo ello, la educación juega un papel primordial ya sea en los hogares o en los centros educativos. Tan importante como las matemáticas puede ser la detección de problemas en los que aprendices de machito otorguen un papel denigrante a chicas fáciles de manipular. No vale una inconsistente argumentación como que son cosas de chicos. No debe darse la primera vez en estos asuntos y para ello el mejor antídoto radica en el conocimiento, en la capacidad para haber formado en el no prestarse. No seamos ingenuos y creamos que lo que vemos forma tan solo parte de la realidad porque existe de manera mucho más compleja. Lo menos que podemos hacer sería contribuir en nuestro entorno a ser vigilantes de algo tan rotundo y difícil como que un hombre y una mujer por el mero hecho de serlo no son iguales. Queda aún mucho camino que recorrer.

miércoles, 1 de marzo de 2023

AGRADECIDO

Muchísimas gracias a la estudiante de1º de bachillerato, Almudena González, que ha considerado que un servidor era un escritor andaluz importante. Mi más sincera gratitud.

"LO ANDALUZ" (Ideal 26-2-23)

(Autor: faustino Castillo) Lo andaluz Manuel Molina Lo escribió Luis Cernuda y desde que lo leí vuelvo a esos versos breves pero profundos: “Enigma al trasluz/ pues va entre gente solo,/ es amor con odio/ el andaluz”. Qué paradoja. Sin embargo, en esas palabras queda reflejada una idea que comparto. Tal vez tengamos que contextualizar y el concepto “odio” sea excesivo, pero la realidad nos muestra ser contradictorios por estas tierras del sur, pese a que el tópico se haya elevado como estandarte representativo. La variedad es lo común y en ella simplificadas dos actitudes, apolíneos y dionisíacos. Reconozco no responder al cliché y pese a vivir rodeado de barroquismo me estimula más la piedra lisa y ordenada al servicio de una funcionalidad, hecho no excluyente para que a veces, comparta lo histriónico de algunas muestras populares. No me gustan los botellones legales que se organizan como romerías, ni vivir con frikismo el cada vez más extendido becerro de oro de mover esculturas con parafernalia por las calles, tampoco me estimula como antaño gente disfrazada que ha convertido una inversión social en un espectáculo domesticado, salvo honrosas excepciones, y también otro gran botellón en torno a él. Huyo de las playas atestadas de gente con chiriguitos de dos turnos y me sorprendo cuando a unas plantaciones geométricas de olivar se les llama bosque sin tapujos mientras el suelo que lo sustenta es un concienzudo secarral. Y qué decir de toda ranciedad y prehistoricismo que algunos de mis paisanos profesan maltratando animales con regocijo y puro en boca. El flamenco un poco, sobre todo cuando no berrea, Hay gente que cumple a rajatabla todo el muestrario expuesto y lo extraño es que convivimos. Aunque pareciera tampoco soy un “malafollá” o un aguafiestas. Cuando Blas Infante decidiera finalizar la letra del himno andaluz con una hermosa declaración de afabilidad y empatía creo que logró captar esa compleja realidad, que tan solo puede permanecer con la amplitud de miras, con la huida del ombliguismo y el enfoque humanista en la esencia de lo común. No habría oro suficiente en nuestras minas para haber alcanzado la suerte de no tener que vivir en la inquina a otro cercano. A veces, me levanto y el primer pensamiento que me llega es positivo, dan ganas de anotarlo, qué suerte no tener que odiar a nadie. Puede que esa sea parte de la esencia y aunque uno esté más cerca de Antonio Machado que del exhumado general de la Macarena, no viva marcado por la hostilidad. Nuestro paisanaje es complejo, como lo es afortunadamente el paisaje y me quedo con lo que pueda haber sido permeable de Séneca, de Adriano, del vuelo utópico de Ibn Firnas, de Averroes, de las canciones andalusíes, de Maimónides, Ben Saprut, de Blanco White, Alcalá-Zamora, Jesús Quintero, Antonio Banderas o cualquiera que considere que vivir y dejar vivir sería lo más deseable para así poder disfrutar “con la mañana limpia/cuando la primavera saca flor en mis entrañas” (Juan Ramón Jiménez, premio Nobel). Por la humanidad.