domingo, 10 de septiembre de 2023

"AUTODESTRUCCIÓN" (Ideal 11-9-23)

Autodestrucción Manuel Molina España era una unidad de destino universal para el franquismo, aunque más parecía un intento engolado de los que gustaba el régimen para intentar explicar(se) que en realidad somos un destino de intentos autodestructivos continuados. Nuestra historia lo demuestra, pese a que casi siempre han ganado los mismos. Una cabeza tan lúcida como la de Goya lo dejó plasmado en el duelo a garrotazos. Así somos, una constante piedra de Sísifo con dos partes antagónicas que ruedan y vuelven a rodar desde la cima durante siglos. Bismarck admiraba nuestra capacidad de autodestrucción secular y aún más, el no haberlo logrado pese a la insistencia. Vivimos un nuevo intento de profundizar en nuestro sino con la situación política actual, polarizada sin remedio y buscando extraños compañeros de viaje a la hora de intentar formar gobierno. Por un lado, el PP ha logrado blanquear un partido que no cree en el sistema del que es partícipe, su ilusión sería destruirlo. Por otro lado, el PSOE se entrega a los deseos de otra fuerza que quiere romper el sistema elegido por los españoles en mayoría, representados en el prófugo del flequillo difícil. Quienes asistimos como espectadores desapasionados al sainete en que se ha convertido la elección de gobierno no dejamos de asombrarnos de algunas máximas políticas, tan bien explicadas en el dicho de Groucho Marx: “estos son mis principios, pero si no le gustan tengo otros”. Qué capacidad de bandazos apreciamos en quienes un día tienen el rostro de aparecer con un mensaje cargado de rotundidad y al día siguiente con la misma cara afirman lo contrario. Tal vez la mayoría de nuestra ciudadanía no tiene mimbres para dedicarse a la política por tal causa, incapaces de trasladar su opinión a otro extremo con naturalidad. Reconozco que admiro en amistades políticas su labor en ese sentido, y la facilidad en unos y dificultad en otros de tragar sapos que llegan desde arriba o desde al lado. Uno, que ya ha vivido y visto un poco, sigue maravillado del esfuerzo que supone mantenerse en unos principios que ha costado solidificar para tener que desprenderse de ellos en un pispás. Dicen que así es la política. Estamos de acuerdo en que una coalición ahora mismo supone la única solución para elegir gobierno, aunque también añadiremos que no debe perderse de vista la repetición de elecciones para no estar “secuestrados” por parte de quienes no creen en nuestro sistema democrático de convivencia. La autodestrucción de nuestro país tiene un recurso que la evitaría, pero que ninguno de los grandes partidos, con lo fácil que lo tendrían, apuesta por ello: la reforma electoral, que evitara estas situaciones en el futuro. A la ciudadanía le interesa, a la los políticos, no. Y algo más, casi siempre que se ejercen estas negociaciones nunca los ocho millones y medio de andaluces somos decisivos para que se nos tenga en cuenta y podamos tener el poder de la mitad de la mitad que otros territorios. Seguiremos autodestruyéndonos.

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