La humedad producía una calima pegajosa y sin embargo el horizonte se entregaba con delicadeza a la línea donde se perdía el mar provocando una sensación de continuidad entre el cielo y el agua. El espectáculo apenas daba para repetir unas notas Fa-Fa-Fa-Fa en la cabeza de Otis Reading, tumbado en la cubierta del barco de un amigo. De repente vino como un saetazo un recuerdo en forma de verso "I left my home in Georgia" y se sucedieron las sensaciones que advertían de que se alzaba un nuevo tema en su imaginación. Pensó en la trascendencia de mirar la nada y gastar el tiempo; serían un buen argumento. No disfrutó mucho después aquel éxito nacido en el mar californiano, en Sausalito, porque tuvo un accidente de avión.
En marzo de dos mil quince Lisa Ono y su banda japonesa interpretaron el tema de Reading, como lo hicieron tantos otros. Se trataba del Festival de Jazz de Java, en Indonesia. Quedó grabado como una interesante curiosidad que me regaló mi pareja a través del correo, en un enlace. Fue su último regalo. Ahora volvía a oírlo en un vuelo transoceánico hacia Brasil. Hubo un duelo de mariposas en mi estómago, las del olvido y las de la belleza, a diez mil metros de altura.
Enlace a la versión de Lisa Ono (minuto 15)
