lunes, 30 de marzo de 2020

LA COLUMNA DE IDEAL 28-03-2020

La columna de IDEAL. Freír patatas en casa. (Un pequeño homenaje a quienes reman). Un poco también a quienes nos siguen acompañando desde la amistad inquebrantable. Ideal Opinión Freír patatas en casa LA ZARANDA Mueven como hormigas todo lo necesario para que nuestra sociedad no pare y a la vez nos llegue lo más necesario para sobrellevar el confinamiento. MANUEL MOLINA Sábado, 28 marzo 2020 Hoy es el cumpleaños de un amigo que vive lejos, en Salamanca. Me acuerdo de él y lo saludo por las redes deseándole lo mejor en esta anomalía. Hace años, cuando comencé a trabajar en la docencia lo hice en tierras charras y guardo muy grato recuerdo de aquel periplo. Retorné con amistades que han resistido el tiempo y con una receta de patatas fritas, humilde pero exquisita. Consiste el truco en elaborarlas como si fuesen 'a lo pobre', patatas en rodajas y cebolla en juliana a fuego lento en abundante aceite de oliva virgen extra, para luego escurrir todo el líquido y con fuego muy vivo dorar hasta que queden muy fritas, casi al principio de ennegrecerse. La cocina humilde con variantes ha sido el sustento de familias y familias. Recuerdo el homenaje que le hiciera en verso Pablo Neruda: «Chisporrotea/en el aceite/ hirviendo/ la alegría del mundo:/ las papas/ fritas/ entran/ en la sartén/ como nevadas/ plumas/ de cisne matutino/ y salen/ semidoradas por el crepitante/ ámbar de las olivas». En ello me encuentro enfrascado cuando de pronto al pelar la primera patata pienso en quién plantaría el tubérculo. ¿Qué mano la dejaría enterrada, la abonaría y regaría? Luego otra mano o máquina dirigida por unas manos la desenterró y alguien la depositó en cajas, otra persona la clasificaría por tamaño y calidad; acabaría en un palet que otras manos conducirían para que un transportista las llevara hasta la tienda de mi vecino, que las pesa o a la caja de un supermercado donde cobran por ella. Por una simple patata han pasado muchas manos directa o indirectamente y no llego a ello por la desinfección, necesaria, por supuesto, sino por el esfuerzo y trabajo de otras personas que han logrado que yo disponga de esa sencilla patata para alimentarme. Por tratamiento médico he debido viajar dos días esta semana acompañando a un familiar hasta el hospital. He viajado unos doscientos kilómetros entre ida y vuelta. Al principio, resultaba un trayecto fantasmal, casi apocalíptico. Casi el único turismo por la carretera secundaria. Al tomar la autovía el flujo viario se incrementa. Casi todos los vehículos que circulan son camiones de gran tonelaje, medianos, pequeños y furgonetas de distinto tamaño. Mueven como hormigas todo lo necesario para que nuestra sociedad no pare y a la vez nos llegue lo más necesario para sobrellevar el confinamiento. Tengo el día ya un poco tonto después de tanta emoción contenida y alguna lagrimilla se escapa. Cada vez que cruzo con un vehículo de transporte –no son muchos- levanto la mano y saludo, me contestan desde su cabina levantando la suya y adivinando tras su mascarilla algo parecido a una leve sonrisa que les hace enarcar sus cejas. Ha durado milésimas ese saludo, tan pequeño y tímido, pero ha elevado varios kilogramos de moral para la reserva ante la adversidad. Tal vez dentro de esos contenedores viajan las patatas que con muchos esfuerzos compraré la próxima vez.

domingo, 22 de marzo de 2020

CELEBRANDO EL DÍA DE LA POESÍA CONFINADO

Os dejo el enlace a una noticia que recoge las distintas celebraciones del Día mundial de la poesía. En ella podéis acceder a un pequeño vídeo en que recito un poema "la cervezas pendientes" de mi libro Días de perros (En huida). Intenté reconfortar un poco con los versos estos momentos de aflicción.
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lunes, 9 de marzo de 2020

TALLER DE HAIKUS EN MONTILLA

En la carretera otra vez... con el programa Escritores Docentes. Taller de haikus en el IES Emilio Canalejo de Montilla. Disfrutando con un alumnado y profesorado muy motivado.