El niño que tanto ha costado parirlo. Ya vuela, por fin, esta noche solo. Nos volveremos a ver a finales de noviembre. Año y medio de trabajo que merece la pena tan solo por el mero hecho de ese tiempo, mientras despedíamos a seres queridos, mientras vinieron otros, mientras las horas se fueron y volvieron felices o derrotadas. Creció en varias lenguas, tuvo esa suerte. Fue tardío pero mimado.Como no espera nada, disfrutará de todo. Tengo la certeza -y la esperanza- que como los hijos, me sobrevivirá.
lunes, 28 de octubre de 2013
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