La Sierra Sur tiene misterios indescifrables, no solo su apartamiento, sino sus encuentros movidos por la sorpresa nos lo muestran. Tal vez por ello primero llegó Manolo "El Sereno" para buscar entre las probabilidades un tiempo y un espacio concreto, un mapa en el que las personas aun de remotos países se conociesen y hallasen un punto de encuentro para enriquecer(se) con lo humano y lo artístico. Y así hemos llegado a las IV Jornadas internacionales que unieron en Frailes a gentes de México, Irlanda, Inglaterra, Argentina, Holanda y variados puntos de la geografía española.
Un primer apunte de magia lo supone el encuentro de la autora del mural que inmortaliza a Michael y Manolo, la mexicana Flavia Tótoro, con el ganador de la beca Michael Jacobs, el argentino Federico Bianchini. Éste le apunta a la pintora que coeditó un libro con un chileno del mismo apellido que ella. ¿No será Dauno? Sí-le contesta el bonaerense, atónito. Es mi hermano, le contesta Flavia y le recuerda algo sorprendente como es el hecho de que ella realizara el dibujo de la portada. La magia.
El viernes: las sorpresas.
El viernes un nutrido grupo de personas conoció por la Sierra Sur el paraje de la mítica Fábrica de la Luz que diera título a uno de los libros emblemáticos de Michael. Fuimos guiados por Blas Prieto. Paisajes aún lejos del mundanal ruido donde la ganadería caprina y la naturaleza son las protagonistas diarias. La vista se pierde entre los horizontes de distintas provincias entre perfiles y crestas azuladas. Ermitorios y densidades de encinar se cruzaban en un lugar apenas transitado, puede que esa circunstancia se incrustase en el alma de Jacobs para anclarlo, en parte, a este lugar.
Al mediodía se descubrió un mural que inmortaliza a Manolo y Michael a través de la preciosa mirada de Flavia Tótoro, que no los conoció pero indagó ente quienes lo hicieron para plasmarlos. Un recibimiento de luo para una casa de cultura. Además la pintora mostró un avance de sus pinturas sobre olivos que cautivan por su esculturalidad y particular estilo. También se mostraron por allí los haikus creados por un servidor como "La mariposa entra en el buzón".
Por la tarde llegó el momento lírico, como en San Juan de la Cruz, al alma poética se quedó y se olvidó para entregarse y lo hizo con una inolvidable interpretación de los "Haikus de ella", unos poemas que me pidieron para la ocasión un grupo de mujeres de Frailes. Nos dejaron atrapados, sobrecogidos, como una ráfaga eléctrica que nos sacudiera. Bravo por ellas. Recité algunos versos inéditos y di paso a Joaquín Araújo, que nos mostró su lado más desconocido, pero tal vez más querido por él. El poeta antes que el naturalista realizó una brillante presentación de lo poético al que acompañó de sus propios versos. Una tarde, en definitiva, en la que la lírica demostró buenos tiempos.
El sábado: la tertulia.
Ya por la tarde el ganador de la II Beca Michael Jacobs, el argentino Federeico Bianchini explicó su viaje a la Antártida en busca de lo humano que allí habita y su convivencia en región tan indómita. Leyó algún fragmento de lo que será el libro de viajes por el cual ha sido becado. A continuación se produjo una tertulia sobre viajes entre variados representantes
de distintas parcelas: José Ramón Pardo, Flavia Tótoro, Chis Stewart, Joaquí Araújo, Federico Bianchini, Francis Jacobs, moderados por el periodista Jesús Pozo. Curiosidades de los viajes de Jacobs, de su relación con la música o su peculiar forma de entender el viaje fueron destacados, pero quizás uno de los apuntes tratados más llamativo y curios fue el de aquellos viajeros que sin salir de su propia localidad escribieron sobre lugares remotos.
Al final una buena noticia: se preparan las V Jornadas internacionales MAELSE, como anunció el alcalde de la localidad, un primer edil peculiar, sin cohorte ni protagonismo. Puede que sea posible por ese halo misterioso y singular que es la frailestud, que diría el periodista Santiago Campos.
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