domingo, 19 de febrero de 2023

"INTELIGENCIA ARTIFICIAL" (Ideal 19-2-2023)

Inteligencia artificial Manuel Molina Nunca imaginé que una máquina escribiese la mayor parte de esta columna. Aquellos mundos imaginados en mis lecturas infantiles a cargo de Julio Verne han abandonado la ficción para aparecer en la realidad. Comparto con ustedes un hecho, que tal vez no conozcan, como es la Inteligencia Artificial, a través de la cual con un programa de ordenador y siguiendo una orden (Columna de opinión sobre el futuro de Jaén) ha redactado el grueso de esta pieza periodística, la que aparece entrecomillada. “Jaén es una ciudad con una rica historia y patrimonio cultural y se ha enfrentado a desafíos económicos y sociales en las últimas décadas. A medida que avanzamos hacia el futuro, es importante considerar cómo podemos mejorar la calidad de vida de los habitantes de Jaén y fomentar un ambiente próspero para el crecimiento y desarrollo. Uno de los mayores desafíos que enfrenta la provincia es la tasa de desempleo, que es significativamente más alta que la media nacional. Para abordar este problema, es necesario fomentar la inversión y la creación de empleo, en particular en los sectores emergentes como la tecnología y el turismo. La ciudad tiene un gran potencial turístico gracias a su patrimonio cultural y natural, como la impresionante catedral de Jaén, la Alcazaba y el parque natural de la Sierra de Cazorla. Es necesario un enfoque estratégico para promover la región como un destino turístico atractivo, con el fin de atraer inversión y generar empleo en el sector. Otro tema importante es la sostenibilidad y el medio ambiente. Es necesario abordar los problemas de contaminación y la gestión de residuos para garantizar un ambiente saludable para los habitantes de la ciudad y sus alrededores. También se deben fomentar iniciativas sostenibles, como el uso de energías renovables, la promoción del transporte público y la reducción de la huella de carbono de la ciudad. Por último, el desarrollo económico de Jaén debe estar acompañado de un fuerte compromiso con la educación y la formación, con el fin de preparar a los jóvenes para los empleos del futuro. Es necesario invertir en programas de formación y desarrollo de habilidades, en particular en áreas de crecimiento emergentes, para garantizar que los jóvenes tengan las habilidades necesarias para prosperar en el mercado laboral. En resumen, el futuro de Jaén depende en gran medida de su capacidad para atraer inversión, fomentar el turismo sostenible y mejorar la formación y educación. Si se toman medidas estratégicas para abordar estos desafíos, Jaén tiene un gran potencial para convertirse en una ciudad próspera y sostenible, con una alta calidad de vida para sus habitantes.” No me dirán que es sorprendente, No he tocado una sola palabra y se gestó en ocho segundos. La he utilizado para algo inocuo, pero desde el principio, aparte de cargarse los deberes escolares, me llegó la inquietante duda de si hubiese solicitado ayuda para algo situado en el lado oscuro. Dicen que tiene filtros y algoritmos que lo detectan, aunque no debemos olvidar que el Doctor Infierno, está ahí.

domingo, 12 de febrero de 2023

"INTELECTUALIDAD LÍQUIDA" (Ideal 12-2-23)

Intelectualidad líquida Manuel Molina Llevo tiempo entregado a una reflexión que me acompaña en los momentos que tengo para digerir los aprendido y generarlo, por las mañanas o tardes en el paseo de mis perros, al mediodía cuando regreso del trabajo y alargo el camino o por las noches, una vez -como nos recomendó el poeta santo Juan de Yepes- estando la casa sosegada o el fin de semana cuando camino a pie o en bicicleta por caminos rurales teniendo presente el horaciano “dichoso aquel lejos de los negocios”. Me bulle como hervor lento una pregunta: ¿cuándo se perdió el aprecio por la serena y sosegada reflexión para entregarse a la inmediatez banal? No alcanzo a encontrar un punto de partida, aunque creo que la utilización y popularidad de los medios digitales tiene algo que ver. Una lluvia fina de formato. El medio ha ido conformando un tipo de operaciones cerebrales dirigidas hacia unos hábitos de pensamiento. El filósofo e ilustrador polaco Pawel Kucynski, que recomiendo conocer, realiza desde hace tiempo una serie de viñetas que ilustran sobre este cambio en el raciocinio de la Posmodernidad. El pensamiento se ha homogeneizado, se pierde la alteridad y las ventajas del diálogo por la aceptación de un monólogo reducido y replicado. Tal circunstancia se intuye gozo de quienes prefieren un rebaño adormilado como sociedad. Es curioso que esta contextualización dominante venga provocada en un momento en el cual la posibilidad de medios para la búsqueda de cualquier concepto o idea, se nos presente literalmente al alcance de la mano y podamos disfrutar, en teoría, de una visión global como nunca antes se había dado. Sin embargo, lo que aflora de manera sorprendente es lo anecdótico, instantáneo y vacío. Los patrones que se siguen se acomodan en la banalidad, la ligereza de pensamiento, la inmediatez como motor de interés y la falta de reflexión. El símil podría centrarse en una enorme apisonadora que alisa todo lo que deja bajo su rueda y lo entrega a la imitación sin sentido, el falso hedonismo y la nivelación en un pensamiento igualado hacia abajo. Podría presentarme como catastrofista pero cualquiera que medianamente discierna con pensamiento crítico tiene dos ejemplos para corroborar lo expresado. ¿Cuántas veces en las televisiones que no son de pago se realiza una búsqueda para encontrar algo interesante más allá del espectáculo insustancial y sin sosiego, algo para aprender de manera atractiva? El resultado suele finalizar apagando después de realizar varias vueltas a todos los canales. Y qué decir de las redes sociales, en su mayoría entregadas al pavoneo, el insulto, el monocolor de la burbuja propia. Nunca tuvimos las posibilidades de tantos medios para poder aprender y mejorar, pero parece que la sociedad se muestre entregada a todo lo contrario. Se premia la catetez, lo soez, el desconocimiento, la falta de preparación y se relega todo aquello que pueda presentarse basado en el esfuerzo, lo meritorio, la racionalidad bien ejercida. El medio es lo importante, centrarse en él, en vender ese (des)conocimiento.

lunes, 6 de febrero de 2023

UNA MIRADA A LA GUERRA, "BAJO PRESIÓN" DE FARUK SEHIC.

Faruk Šehić Bajo presión La Huerta Grande Relato con la guerra de Bosnia de fondo, por parte de uno de los mejores escritores bosnios del momento. “La guerra pasa a formar parte de tu cuerpo, como un apéndice inflamado” Manuel Molina Faruk Šehić (1970), nació en Bihać, cuando aún existía la República Socialista Federal de Yugoslavia. Estudió veterinaria en Zagreb hasta que llegó la guerra de los Balcanes en 1992 y fue reclutado por el ejército de Bosnia-Herzegovina. Ala vuelta de la guerra con los dramas vividos estudió literatura y comenzó la redacción de sus primeros escritos que alcanzarían la publicación, como el poemario Hit depot (2003) con mucho éxito en Bosnia, al año siguiente salió a la luz Under pressure (2004), que obtuvo numerosos premios, aunque su gran éxito fue la novela Las aguas tranquilas del Una (2013), que obtuvo el Prize for Literatura de la unión Europea. A este siguió una colección de poemas My Rivers (2014) con variados reconocimientos, Las aguas tranquilas (2017) también el poemario Return to nature (2019), la novela corta Greta (2020) o Cuentos con mecanismos de relojería , el mismo año.. Se considera el autor más destacado de la denominada “generación mutilada”, que vivió la penúltima guerra en suelo europeo y ha desarrollado su escritura tras esta. El libo que nos ocupa, Bajo presión, fue publicado en 2018 y nos llega ahora en la colección Hespérides de la editorial La huerta grande, con traducción de Miguel Roán. La escritura de Šehić parte de lo autobiográfico y del entorno geográfico que le vio crecer, en torno al río Una, de ahí la importancia que en todas sus obras tengan los ríos, tan majestuosos en la zona bosnia. Con el hecho de que nos relatara lo vivió en la guerra por parte de alguien que Cuando comenzó la Guerra de Bosnia en 1992 tomó las armas como voluntario convertido en teniente y liderando a 130 hombres con solo 22 años bastaría para captar nuestro interés. Lo curioso es que su literatura huye de lo heroico, como hiciera siglos antes el soldado español Alvar Nuñez Cabeza de Vaca, cuando descubre que en las guerras siempre las pierden los mismos pobres, en un bando o en otro. La diferencia con el autor bosnio radica en que la guerra supone también una degradación personal que hace aflorar lo peor del ser humano, apenas mitigado por el alcohol, las drogas o las pastillas. En un espectacular comienzo narrativo se nos recuerda que fuimos expulsados del Edén mientras un grupo de personas se baña en el río, de repente comienza una enorme tormenta que hace huir a los bañistas “truenos y y relámpagos atraviesan el cielo como en la Biblia…la lluvia parecía haber decidido no para nunca”. Esa especie de diluvio universal es la metáfora de la guerra, que tardará en escampar y nadie será ya igual, caso de que haya sobrevivido. Habrá logrado escapar de la lluvia, el barro y la niebla, a la vez que las balas, granadas y morteros. Decía Sófocles que la guerra era eterna y nos lo demuestra el testigo recogido en Ucrania. Las guerras afectan más cuando los restos se nos parecen y los disparos resuenan cercanos. El polvorín balcánico nos conmovió, por ubicarse en Europa y matarse entre sí vecinos. No podría por tanto, ofrecernos un partícipe de los hechos un relato fácil. Y en realidad lo que lo hace interesante es la aceptación de antihéroe, de alguien que aprecia su bajeza, pero a la vez es capaz de tener el recurso de encontrar poesía –aparecen algunos haikus- en una situación dantesca e incluso humor. En un determinado momento, como ejercicio metalitearario, se nos cuenta que ha enviado un relato a un certamen, pero es desechado porque el jurado lo encontró carente de motivos “morales y patrióticos, además de que flotaba en una esfera de oscuridad”. Sea real o no la anécdota, sirve para ofrecer una declaración de intenciones. Leemos sobre muertes trágicas, nada gloriosas, muertes o mutilaciones en las que el azar abandona a particulares. La violencia se apodera del ambiente y existe un momento en que la parte de bestia que brota en una situación bélica se desboca y no distingue entre amigos y enemigos. Una metáfora de ello es el carburante de las situaciones, la rakija, un licor de alta graduación que se convierte en el motor diario de la soldadesca, incluso el adulterado, que puede derribar a un caballo. Entre tanta degradación, los momentos de lirismo, sobre todo, protagonizados por el paisaje, sirven para dulcificar una situación tan agónica. El paso del agua sobre el río, la noche estrellada o la hierba de un prado sirven para ofrecer la esperanza, donde la muerte puede llegar por la mano del enemigo o por la propia. ¿Cómo se puede salir de tal situación? Puede que gracias a la literatura, que contenga una parte terapéutica y alcance a reflexiones tales como la expresada en la novela sobre el río Una: “No me preguntes quién soy porque eso me asusta. Pregúntame algo más”. Así podremos entender la rotundidad de un fragmento como este: “La nada centellea en nuestros ojos, […] gritamos de risa, no estamos nada mal, solo se vive una vez y otras frases gastadas nos pemiten soplar hasta el día de Juicio Final. También sirve la cita de Adam Zagajewski,”disfruta del mundo mutilado”. En definitiva, un libro de un planteamiento complejo, que explora los límites de lo novelesco, desde la literatura autorreferencial, cargado de la propia desolación que una guerra de manera inevitable ofrece, pero con unos fragmentos líricos de enorme altura. Una poderosa narración que nos deleita por su factura y nos hace reflexionar por la crudeza que cualquier lugar donde se cruzan morteros puede ofrecer. Edición muy cuidada y bien atendida con las notas. Un autor que deja huella para quienes se acercan por primera vez a la literatura bosnia y a ese instante tan desolador, como nos dejó escrito el desparecido poeta Izet Sarajlic con tanta inquietud como belleza: “Hace treinta horas que/ las granadas llueven sobre nosotros/ desde todas partes./ Una de ellas acaba de sobrevolar/ este poema./ Ha sido lanzada desde el Mrkovici/ donde antes de la guerra/ cogía margaritas/ con la mujer que amo.”

domingo, 5 de febrero de 2023

"EL PAN DE CADA DÍA" (Ideal 5-2-23)

El pan de cada día Manuel Molina El amanecer está ligado al pan. Por un lado, el trasiego en los obradores donde la masa madre, las harinas, sal y el calor del horno realizan la transformación de todos esos elementos en candeales, bollos, molletes, cuarterones y tantas variedades dispuestos para que los repartidores surquen calles, avenidas o carriles y depositen esas piezas en estantes, cajas o llamadores de puertas. Por otro lado, se nos brinda cada día la oportunidad de comenzar la jornada con el aroma ancestral del pan recién tostado, que nos lleva desde nuestro cerebro a la sensación de placer, que nos une sin saberlo, a miles de antepasados que sintieron esa fruición en el antiguo Egipto, en Grecia o en Roma. Tenemos la suerte por estos lares de que los mejores aceites virgen extra del mundo recorran la geografía de la miga y juntos se multipliquen en un espectáculo de los sentidos con el supepoder de asentar la idea de que uno va a poder con el día que tiene por delante. Es tiempo de pan en forma de roscas, de san Blas (ay, esas singulares rifas de la Iruela), de acompañar con bacalao y aceitunas machacás y un chorreón del mencionado aceite para disfrutar de lo sencillo como una fiesta. No nos quedará el recuerdo de la compra del pan en el supermercado, pero sí de quién nos llevaba las roscas antaño a casa por estas fechas. Manos y tiempo permiten que una repetida pieza alcance el valor de ser única cuando la consumimos. Pasan desapercibidas, como si de manera autómata e industrial se pudiera obtener ese resultado y sin embargo, alguien al amanecer obra y utiliza su saber para que lo disfrutemos con el plus de mimo y cercanía que se añaden a la receta. El mérito del pan es haber logrado, tanto fermentado como ácimo, que incluso las grandes religiones lo hayan convertido en parte principal de sus rituales. Las conmemoraciones y sus oraciones lo alaban en su carga de simbología, y no es para menos, ya que es un compañero inseparable de nuestra existencia desde hace milenios. Aparte del valor teológico existe uno desde el punto de vista etimológico que se me quedó grabado desde que lo conocí, la voz mencionada, compañero, proviene de pan, quien comparte el mismo (Cum + Panis), me parece incluso algo poético. Por eso me entristece cuando desde la medicina o el nutricionismo se prohíbe. Es como condenarte a vivir solo días con lluvia o respirar aire viciado. Podríamos quejarnos recordando aquello de dame pan y dime tonto. Vivimos momentos difíciles y el pan nuestro de cada día debería garantizarse para cada uno de nuestros congéneres. Por ello, si hemos de pagar impuestos, aportar un plus no deberíamos permitir que nadie de nuestros semejantes no tuviera al menos un poco de pan que echarse a la boca. Qué menos. No entiendo quienes están en contra. Por eso es tan importante apreciar a quienes procuran dar pan cada día.