martes, 10 de mayo de 2022

ESTUDIANTES ROMANÍES (COLUMNA DE IDEAL 8-5-22)

Estudiantes romaníes Manuel Molina El curso pasado fue muy difícil para el alumnado y para el profesorado. Se alargó el imperativo de la mascarilla, las clases en línea a través de pantallas, las bajas e interrupciones por contagios, lo que provocó una situación adversa para la enseñanza y el aprendizaje, de manera especial con los más vulnerables. Crecieron el absentismo y los abandonos y han vuelto a quedar en el limbo educativo jóvenes sin el contexto más adecuado para reforzar la necesidad de al menos finalizar la educación obligatoria. En junio mantuve charlas con algunos profesores por motivos laborales y una me dejó marcada de manera especial, la de un joven docente que entusiasta no me hablaba del logro de aprobados o excelentes notas de sus pupilos sino que me relataba con lágrimas en los ojos que una alumna de su tutoría se había convertido en la primera mujer de etnia gitana del pueblo que finalizaba bachillerato. Me lo contaba como el mayor logro de su carrera profesional. El pueblo era cercano al mío y me hizo trasladar la visión encontrándome una situación que nunca había apreciado, como era que al alcance de mi memoria ningún alumno o alumna de raza gitana había finalizado bachillerato. Tampoco recordaba, lo que era peor, ninguno que hubiese compartido educación obligatoria en el periodo que me correspondió, pese a que eran conocidos míos. Me surgieron muchas interrogantes que ahora recupero tras conocer un informe que muestra datos muy preocupantes: tan solo el 4% de alumnado gitano finaliza la ESO y solo un 13% accede a Formación Profesional. Números que muestran una situación hiriente en pleno siglo XXI. Isaac Heredia es un profesor gitano de Barcelona, que ejerce la figura de “promotor”, mediador entre alumnado, profesorado y familias, ofreciendo orientación y apoyo emocional para seguir con los estudios a los alumnos y de cultura gitana al profesorado para que les sea más fácil el trato con su alumnado. Lo define una estudiante gitana de Psicología, que afirma tener que estar constantemente justificándose y con un doble impedimento, porque siempre hay alguien que te dice que no vas a poder seguir. No es la mejor motivación. El peso de las tradiciones y de la familia no favorece el desarrollo de estudios, es preferible mantener las relaciones y costumbres familiares antes que avanzar en la enseñanza. La mayoría abandona en primaria y el resto a lo largo de secundaria, las chicas antes que los chicos. Son necesarios más ejemplos como el de Isaac para que se pueda interpretar que la etnia con sus particularidades y el estudio no son incompatibles, que es una manera de tener más oportunidades en contextos desfavorecidos y existen mecanismos y ayuda para ello. No podré olvidar el esfuerzo de mis dos alumnos gitanos y de mi alumna gitana que alcanzaron la universidad. Yo también me vi sorprendido por unas lágrimas de emoción que significaban haber ayudado a superar una adversidad sin sentido, que como las sirenas de Ulises hace naufragar muy pronto.

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